Usted forma parte del grupo de periodistas de África y Oriente Medio que ha invitado Hyundai esta semana a Gran Canaria para probar su último modelo todoterreno. ¿Es la primera vez que está en un país europeo?
No, por suerte y por razones de trabajo he viajado mucho. He estado en París, Londres y Madrid pero sí que es verdad que es la primera vez que estoy en Gran Canaria y, la verdad, que me he llevado una grata sorpresa.
¿Por qué?
No esperaba que aquí tuvieran tan buen servicio hotelero. Las instalaciones son de muy buena calidad y todos los establecimientos de la zona parecen que han sido renovados hace poco. Se nota que hacen un esfuerzo por cuidar lo que tienen.
¿No sucede lo mismo en las zonas turísticas de su país?
Yo nací en El Líbano, pero trabajo desde hace años en un periódico de nombre Al Madina en Arabia Saudí. Y el turismo en este último país se limita al tránsito de personas por negocios o porque van a visitar La Meca. Se trata principalmente de un turismo religioso.
Aquí, en cambio, el turismo que predomina es el de sol y playa. Familias, jubilados y parejas, tanto heterosexuales como gays.
Sí, ya lo he visto. Pero en una sociedad donde cualquier manifestación homosexual está prohibida en la calle, pues como que es impensable disponer de hoteles exclusivos para turismo gay. ¿No cree?
Sí, claro. Solo que quizás le haya podido parecer novedoso el grado de especialización del sector turístico que ha adquirido la Isla.
Está claro que el principal motor económico de la Isla es el turismo y, por lo que parece, la oferta es bastante amplia y diversa. Pero no todos los países tienen que seguir los mismos patrones.
¿Qué tal la conducción del nuevo Tucson por la autovía hasta Mogán?
Increíble, la verdad es que la calidad de las carreteras también son muy buenas y, con un buen coche, se puede llegar a disfrutar mucho de un paseo así. Se nota que las autoridades han hecho un buen trabajo, en este sentido. Lo que sí me sorprendió fueron las señales de tráfico, quizás si se advirtieran un poco antes durante el trayecto o se utilizaran colores más llamativos para anunciarlas, la conducción resultaría más cómoda para los que no conocemos el camino.
Y el tráfico le habrá parecido muy organizado.
Sí, tanto que a veces resulta aburrido (risas). Europa, a los que venimos de otros continentes, nos parece siempre muy organizada en muchos aspectos.
Durante su estancia en la Isla ha podido ver a más de una mujer al volante y, sin embargo, en Arabia Saudí no se permite que las féminas conduzcan. ¿Cómo se ha sentido cuando una mujer le ha adelantado por el carril contiguo?
Como ya dije antes, estoy acostumbrado a viajar por todo el mundo así que para mi es una cuestión ya normalizada.
Sí, pero en el país donde reside habitualmente no lo es.
Prefiero evitar hablar de Arabia Saudí, porque creo que cada sitio tiene sus costumbres. Y yo he venido aquí a descubrir cosas nuevas.
Pues hable entonces de esas otras cosas nuevas, que le han llamado la atención.
Por ejemplo, la limpieza en general. De las calles, de la playa. El otro día salí con otros compañeros a dar una vuelta por las inmediaciones del hotel y nos llamó mucho la atención la organización y la limpieza que hay en las calles. Más que Gran Canaria es como si estuviéramos en Cannes, en Francia. ¡Da gusto pasear!
¿Y se sintió seguro cuando se adentró por calles que no conocía?
Sí, pero no creo que sea una cuestión que merezca una mención especial.
Supongo que algunos visitantes no habrán experimentado esa sensación precisamente en países tan lejanos, como puede ser el suyo.
En todos los países de este mundo hay agentes de seguridad por las calles, creo que es una cuestión común a todos. Otra cosa es lo que cada uno quiera percibir de manera individual cuando llega a un lugar.
¿Con qué paisajes se queda a su paso por la Isla?
Las playas me han gustado mucho. Las dunas de Maspalomas con el faro y el paseo marítimo me resulta una estampa idílica. Pero lo mejor de todo es la diversidad de relieve que ofrece la Isla, tanto montañas como costa. Y para un viaje como el nuestro, en el que se busca probar las cualidades de un nuevo coches en diferentes enclaves, la orografía resulta aún más atractiva.
Y eso que alguna gota de lluvia ha resbalado estos días por la calzada.
Sí, pero muy poco. Incluso se agradece algo de frescor en el ambiente de vez en cuando. Las temperaturas en Oriente Medio son tan altas que cuando viajo a otros países siempre agradezco algo de lluvia.
Igual un alemán no opina lo mismo que usted.
Claro, porque ellos vienen a ser turismo en la playa. A los que venimos a hacer otro tipo de actividades y procedemos de un lugar donde nunca llueve, la percepción cambia bastante.
Puede usted escribir de cualquier tema en el medio de comunicación en el que trabaja.
Sí, por supuesto. ¿Y por qué no iba a poder hacerlo?
Quizás porque el sistema de gobierno en Arabia Saudí, una monarquía absoluta, no permite que se traten ciertos temas de manera indiscriminada en prensa.
Pues, no es así. Yo, además, superviso el trabajo de los demás, y le puedo asegurar que el régimen no impone ningún mecanismo de censura, si es a eso a lo que se refiere.
¿Puede entonces incluso abordar temas religiosos desde varias ópticas?
Sí, por supuesto. Y, por cierto, déjeme sus datos que me gustaría luego verificar su identidad tras la entrevista.
