La organización del festival Rototom Sunsplash ha invitado de nuevo al cantante judío Matisyahu a actuar el próximo 22 de agosto después de haber anulado su actuación tras una campaña de "boicot" y ha pedido disculpas tras reconocer su "equivocación". A través de un comunicado, el festival Rototom Sunsplash ha anunciado su rectificación tras una oleada de reacciones de condena contra la cancelación de esta actuación, que se produjo a raíz de una campaña iniciada por la organización Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel.

La suspensión de la actuación de Matisyahu se produjo el pasado día 15 de agosto, después de que cinco artistas se sumaran a la campaña de "boicot" iniciada por BDS y amenazaran con no actuar si se mantenía en cartel al artista estadounidense. Desde ese momento, numerosas organizaciones españolas e internacionales se pronunciaron en contra de la decisión.

El propio músico manifestó haber sufrido una "presión ofensiva y espantosa" al haber sido requerido por el festival para que se pronunciara públicamente sobre su postura sobre el conflicto Palestino-Israelí y aseguró que "ningún otro músico" había sido sometido a estas condiciones para actuar. Sin embargo, la dirección del festival ha pedido públicamente disculpas a Matisyahu "por haber cancelado su concierto" y ha comunicado que le ha invitado a actuar el próximo sábado 22 de agosto en el festival, como inicialmente estaba previsto en su cartel.

El director del festival, Filippo Giunta, ha reconocido que se equivocó al cancelar la actuación de Matisyahu, aunque ha insistido en que actuó "de buena fe", para evitar posibles problemas, al tiempo que ha rechazado las acusaciones de racista. "Es lo que más daño nos ha hecho en 22 años", ha reconocido en una entrevista concedida a EFE. Tras esta rectificación, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) ha expresado su satisfacción y ha aplaudido la "sabiduría y valentía" de la organización del festival. Los miembros de esta Federación han destacado que haya "dado frutos" la movilización de la opinión pública nacional e internacional denunciando "una decisión claramente discriminatoria por motivos políticos y religiosos contra un cantante judío y estadounidense".

El Gobierno de la Generalitat Valenciana y el Gobierno de España habían reprobado la decisión del festival públicamente; así como la embajada de Israel que tildó de "censura ideológica con tintes antisemitas" la cancelación, y numerosas personalidades de índole política, cultural y artística de España, Israel y alrededor del mundo.