Dice la oposición que en su ayuntamiento hace panza de burro, que nada se mueve. ¿Tan asirocada está la gestión mu- nicipal?
Ya se sabe que la calima les hace perder a algunos la perspectiva sobre su nueva situación. Para mí, la panza de burro siempre me ha parecido perfecta para trabajar en verano. Y este verano creo que la gente está viendo que el cielo no para de abrirse. Una luz de esperanza, diría yo.
Como aficionado al submarinismo, ¿le parece que los acuarios atentan contra la naturaleza marina al clausurarla entre cuatro cristales?
Bueno, si se hace para la in- vestigación y la divulgación ayu-da a conocer un mundo del que no pueden disfrutar los que no bucean. Conocerlo ayuda a su protección.
Usted formó en las filas de Izquierda Unida. ¿A los comunistas se les acabó llevando la marea?
Lo que pasa es que algunos siguen pensando que cuando no hay olas todos se pueden meter en el agua. Por eso no está mal que alguien ponga la bandera roja de vez en cuando. Aunque yo siempre he sido más de banderas amarillas. Pero, básicamente, por la UD...
¿Quién sería, a su juicio, el Georgie Dann de la política canaria?
¡Uf! Se me ocurre algún nombre, pero como no frecuento los chiringuitos no puedo dar fe.
¿Ha deseado alguna vez que la arena se trague a algún adversario?
Al contrario, un gran adversario siempre te hace mejor. Así evitas construir castillos en el aire, aunque sean de arena.
Estamos en la época del topless. ¿Hay algo del Augusto Hidalgo político que sus electores estén por descubrir?
Espero que sí. ¡Y que esta entrevista no sea el baremo para juzgarme! ¡Ja, ja, ja!
¿Hay en los partidos políticos tantos chiringuitos financieros como parece?
Ya le dije que no era de chiringuitos. Pero uno solo debe ser suficiente excusa para perseguirlos.
¿Tuvo usted una adolescencia muy playera?
Mucho. De pasar todos los días del verano en Las Canteras. Y, curiosamente, al lado de donde nací: la Clínica San José.
¿Es de los que piensan que a Tenerife no le tenemos que ceder ni arena para sus playas?
Al contrario, siempre he sido de dar al que no tiene. Y en nuestra capital siempre hemos sido muy solidarios.
Las oficinas municipales están hospedadas en un antiguo hotel. ¿Alguno creyó que la suite
No lo sé. Igual alguno entendió que había que esperar al servicio de habitaciones y no darse cuenta de que en esta suite el que presta el servicio eres tú.
¿Algún empresario hotelero le ha invitado graciosamente a pasar sus vacaciones en alguna de sus instalaciones?
No, nunca. No tengo confian- za suficiente con ninguno y, si la tuviera, sabrían que jamás la aceptaría.
Ahora que llega el Cine+food. ¿Es usted más de Cantinflas o de Anacleto?
De Cantinflas, sin duda. Aunque no me veo dando discursos como en la peli Su Excelencia.
¿Una ciudad que celebra el fin de año en agosto no está un poco tarumba?
O lo suficientemente cuerda para querer empezar de nuevo...
¿Algún libro para leer este verano o se lo piensa pasar zambullido en expedientes municipales?
Entre expediente y expediente pretendo terminar El umbral de la eternidad, de Ken Follett, y El Capitalismo del Siglo XXI, de Thomas Piketty. Dos siglos, dos libros.
