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Entrevista

"No es lo mismo figurar en una lista de espera de oncología que por un juanete"

Roberto Moreno, director del Servicio Canario de Salud, se estrena al frente del principal organismo autónomo del Ejecutivo, dependiente de la Consejería de Sanidad

El director del Servicio Canario de Salud, Roberto Moreno, en su despacho en la Consejería de Sanidad. JOSÉ CARLOS GUERRA

¿Cuál es su valoración de los nuevos datos de las listas de espera en Canarias, que ascienden a 30.000 pacientes, incluyendo a los casos correspondientes a los Centros de Atención Especializada (CAE)?

Los datos en sí no son nuevos, pues el incremento que ha habido se debe a la decisión que se ha tomado en base a cuestiones puramente técnicas. Ahora, los sistemas de información funcionan cada vez mejor, tenemos mucha información más actualizada y lo que se ha hecho es evidenciar algo que ya se conocía y, sobre todo, cuantificar las listas de espera que vienen de los CAE. Por tanto, no se puede decir que hayan aumentado las listas de espera. Si hubiésemos usado los mismos criterios que hemos usado hasta ahora, y publicando exactamente las mismas cifras de las listas de espera, que es lo que pide el Ministerio de Sanidad, hubiésemos podido publicar 500 personas menos en listas de espera. Pero yo creo que para empezar a afrontar el problema de cómo atender mejor a los pacientes, el primer paso es transparentar y clarificar la situación.

¿Considera que los nuevos datos de las listas de espera son, por tanto, positivos?

La valoración es positiva. El nuevo equipo de la Consejería de Sanidad ha marcado un rumbo y ese rumbo es utilizar toda la información que podemos utilizar y que por fin está accesible para saber cuál es la situación. Ahora toca poner a disposición de esa disminución de las listas de espera los medios necesarios, las infraestructuras que tenemos y la política que vamos a seguir. Por tanto, yo desdramatizaría este asunto desde el punto de vista estadístico pero, desde luego, tiene la importancia que tiene porque cada uno de esos números es una persona que requiere una asistencia sanitaria.

¿En qué líneas se basará esta nueva política sanitaria para solucionar el problema de las listas de espera?

Como es obvio por las cifras, el Servicio Canario de Salud tiene un problema de acceso al servicio. No tiene un problema de calidad del servicio, sino que, al contrario, éste está muy bien valorado tanto por el usuario como a nivel de hospitales. Periódicamente, la Unión Europea mide en todas las regiones europeas la calidad de los servicios sanitarios públicos que, en su mayoría, están transferidos a las regiones. En el caso de Canarias, según el conjunto de parámetros utilizado para todas estas regiones a nivel europeo, se encuentra en el puesto 36 de más de 260 regiones, en calidad de servicios. Por lo tanto, nuestro problema no es de calidad del servicio de salud canario, que es de calidad europea, sino de acceso al servicio, esto es, un problema de congestión en la entrada o de tráfico, si se quiere poner en esos términos. Lo que tenemos que hacer es habilitar más carriles para que el tráfico deje de tener un cuello de botella.

¿En qué se traducen esos carriles que planea abrir para descongestionar la entrada a los servicios?

Los carriles significan utilizar la infraestructura con que contamos y aumentar los tipos de uso de esa infraestructura; planificar a medio - largo plazo las inversiones, lo cual es muy necesario tanto en infraestructura física como en equipamiento médico; y, sobre todo, recordar que las infraestructuras no atienden a las personas, sino que las personas son atendidas por profesionales y, por tanto, hay que evitar situaciones como la que hemos vivido recientemente con las OPE e invertir en especialistas sanitarios. Ahora sabemos que esto no se soluciona de un día para otro, sino que será resultado de una política a medio-largo plazo, pero etsas son las vías que tenemos claro que debemos utilizar.

Por lo tanto, ¿unas de sus prioridades es la contratación de más personal sanitario en los servicios públicos?

Sin duda, debe contemplarse invertir en personal para revertir una situación que viene dada por los recortes generales y por la necesidad de priorizar el servicio sanitario público. Al final, estamos hablando de muchos pacientes que tienen que ser atendidas por profesionales muy competentes y cualificados, y que estos años han estado haciendo un esfuerzo en unas condiciones muy duras, porque eso sí lo he visto en este mes escaso que llevo en el cargo. Creo que debería mencionarse y agradecerse públicamente el esfuerzo que han hecho los más de 23.000 profesionales del Servicio Canario de Salud para que, en condiciones de merma de sus condiciones laborales a lo largo de estos años, hayan continuado desarrollando su trabajo redoblando los esfuerzos.

Entre sus planes para esta legislatura se encontraba aprobar un Plan de Urgencias Canario. ¿Cómo se articula este plan y cuándo se haría efectivo?

Efectivamente, el plan de urgencias tiene que estar listo de aquí a un año, porque es un compromiso político del Gobierno autonómico. El próximo mes de septiembre se conforma el equipo que lo va a desarrollar para cumplir con el objetivo político y ese plan va a tocar muchos palos; no sólo las urgencias hospitalarias, sino también el servicio de urgencias canario, esto es, la organización del servicio o, a lo mejor, la reorganización o relocalización de puntos de urgencias. Por supuesto, todo esto son ideas planteadas en términos generales y a falta de conocer el resultado. ¿Que va a influir en la situación de las urgencias hospitalarias en determinados momentos? Muy posiblemente. Obviamente, queremos que esta influencia sea positiva. ¿Dejará de haber momentos en los que haya una mayor necesidad de urgencias? No, no va a dejar de haberlos, pero lo que queremos es que sea más fluido el trato al paciente, porque seguiremos teniendo picos de gripe y picos de broncoespasmos de la población más joven en primavera y en invierno.

Además del plan de urgencias, ¿qué otros aspectos se encuentran entre sus prioridades de cara al año próximo?

Una prioridad que ya estamos acometiendo es dar un acelerón a las inversiones en las obras previstas. En cuanto a Gran Canaria, la semana pasada ya firmé el contrato para la modernización, remodelación y ampliación del consultorio local de Costa Ayala. También visité el consultorio local de Mogán, que se trata de obras comparativamente menores pero que pueden suponer una diferencia en cuanto a la facilidad y comodidad del paciente, pues nos va a aumentar en casi el doble el espacio dedicado a los pacientes que visitan el consultorio local en el pueblo de Mogán. Lo mismo para las obras en el consultorio local de Santidad, que esperamos empezar el uno de septiembre. Luego, hay otros centros que dependen mucho de la existencia de financiación y que, posiblemente, se retrasen algunos meses hasta el ejercicio de 2016. En definitiva, una de las prioridades va a ser dar un acelerón a esas obras de infraestructuras y también a la compra de equipamiento médico para las obras que están prácticamente terminadas, como el nuevo CAE de Telde o el nuevo centro de salud de La Cuesta de Tenerife, por ejemplo. Y nuestra impronta es que no vamos a parar en ningún momento del año durante esta nueva etapa. Por ejemplo, yo no recuerdo que la mesa sectorial de Sanidad se haya reunido en un mes de agosto, pero la hemos reunido en este mes porque creemos que hay cosas que no pueden esperar. Esta es otra de las líneas de trabajo que estamos encauzando.

Por otra parte, ¿cuáles son sus planes para paliar el elevado promedio de espera para una intervención quirúrgica en los hospitales Insular y Doctor Negrín, los más grandes de Gran Canaria,donde la demora media asciende a los siete meses?

Nosotros confiamos en la gestión de los hospitales, es decir, una vez fijadas las grandes líneas políticas generales, son los equipos que gestionan cada hospital quienes deben realizar el esfuerzo de esa gestión. Ahora bien, es importante que con los medios que tenemos hagamos un análisis para un mejor uso de las infraestructuras con las que se cuenta. Por ejemplo, si para disminuir el promedio de espera hay que abrir los quirófanos en horarios fuera de lo habitual, debemos orientar el esfuerzo tanto del personal como de la propia infraestructura en esa dirección. Ahora, fíjese que en el asunto del promedio de espera caemos en una trampa estadística clásica. Con esto me refiero a que, en el caso de situaciones o intervenciones quirúrgicas que no requieren urgencia y que no ponen en absoluto en riesgo ni la funcionalidad ni la vida del paciente, y que son un conjunto muy grande de intervenciones, el hecho de esperar cinco o seis meses no es tan importante, si bien la estadística pueda decir lo contrario. Lo que es importante es que ningún paciente en una enfermedad o en una situación clínica que requiera un tratamiento inmediato espere ese tiempo. Por tanto, la media estadística puede revelar que la espera es de cinco meses, pero en los casos en que hay que tratar en menos de 30 o de 20 días, se tratan. Por decirlo en palabras llanas: no es lo mismo estar en una lista de espera por un problema oncológico que por un juanete, porque el juanete puede esperar siete meses, mientras que un problema oncológico no puede esperar 20 días y eso se atiende. Pero la estadística le da la misma importancia a un juanete que a un problema oncológico, que resultan en esos tiempos de espera medios.

En materia de equipamientos, ¿en qué estadio se encuentra la implantación del quinto acelerador lineal del Hospital Doctor Negrín y cuándo se sustituirá el que ha sido descatalogado?

Pues ya lo he visitado y el búnker está construido. El día en que lo visité, el acelerador en sí ya estaba instalado y se estaba haciendo la calibración. El Consejo Superior deEnergía Nuclear, que mide y certifica que todos los aparatos radioemisorescumplen con la normativa, aún tenía que dar la certificación y esperamos que el próximo octubre esté en funcionamiento. Luego hay otro problema, que es, efectivamente, la renovación del primer acelerador lineal que se compró y que ya está quedando obsoleto. Mi intención como director de servicio es tener los fondos necesarios para realizar la inversión para la renovación de ese acelerador más antiguo el año que viene. Pero el quinto acelerador ya está en las fases finales de calibración y entrará en funcionamiento, si todo va bien, en octubre.

Con respecto a la OPE de enfermería, que se celebrará entre noviembre y marzo, la plataforma 'Por una OPE más justa' demanda que se priorice la experiencia laboral y otro tipo de méritos en estos exámenes. ¿Se atenderán estas demandas?

En la reunión de la mesa sectorial la pasada semana creo que quedó todo claro: queremos finalizar una OPE del año 2007, puesto que la intención es que finalice cuanto antes y que finalice bien, para poder entrar en una dinámica de ofertas públicas de empleo cada dos o tres años, como es lo habitual en la administración y en la administración sanitaria. Desde luego, ahora, lo que sí nos han dejado claro es que, jurídicamente, cambiar la norma es inviable, porque entraríamos en una paralización definitiva del proceso y, además, no hay jurídicamente ningún problema para seguir con el procedimiento. Sí es verdad que nos enfrentamos a los mayores exámenes públicos que se han organizado nunca en esta comunidad autónoma, y tenemos 30.000 personas inscritas para el examen de enfermería y 45.000 para el de auxiliar administrativo. Tenemos que tener todo preparado por si se presentan todas y su organización es compleja, pero la OPE, en principio, sigue adelante.

Por último, ¿cómo avanza el proceso para devolver la atención sanitaria a los inmigrantes en situación irregular?

Pues avanza, avanza. La dirección del Servicio Canario de la Salud ha remitido el informe correspondiente, lo que sí tenemos que jurídicamente hilar muy fino porque no hay que olvidar que el Real Decreto que impidió esa atención sanitaria sigue en vigor y lo que no va a hacer la Consejería de Sanidad es situarnos fuera de la ley. Por lo tanto, el procedimiento creo que debería estar terminado a lo largo del mes de septiembre, que incluye las condiciones que tienen que cumplir esas personas para volver a estar dentro de la atención sanitaria y el procedimiento interno a la hora de reconocer ese derecho. Yo creo que en septiembre podemos tener terminado todo el procedimiento administrativo para devolver lo que nosotros creemos que es un derecho que nunca se debió haber quitado a personas que, según nuestros cálculos, el colectivo no es tan grande como se dio a entender en 2012. No estamos hablando del orden de 50.000 personas en la comunidad autónoma, sino de la mitad de estas personas y, además, hay un gasto que ya se está generando porque siguen necesitando atención sanitaria y esa atención se está dando por urgencias. Por lo tanto, la diferencia de costes, que es lo que preocupa a la derecha, no va a ser tal, es decir, no se va a gastar más dinero.

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