Entre los más de 170 estudiantes que forman parte de la Ruta BBVA 2015 se encuentra Teresa Gubern, la única representante de las Islas en la 30º edición de la expedición, que este año recorre España y Colombia. La joven, natural del municipio grancanario de Valsequillo y con apenas 18 años, fue preseleccionada gracias a sus méritos académicos.
Una vez regrese de su aventura, y con el bachillerato ya terminado, dedicará un año de su vida al voluntariado, "me voy a un centro de animales en España, y a Senegal tres meses", como ella misma contaba. Y con las miras puestas en su futuro, la joven ya ha elegido la carrera que desea estudiar. "Me trasladaré al norte de Europa para cursar ciencias y artes liberales", manifiesta Teresa. La Ruta BBVA fue creada en 1979 gracias al periodista y aventurero Miguel de la Quadra-Salcedo, quien creó este programa dirigido a los jóvenes para consolidar el intercambio cultural entre todos los países de habla hispana, incluidos Brasil y Portugal.
Esta expedición es un viaje que combina la educación en valores, el intercambio cultural y la aventura. Gracias a la iniciativa, a lo largo de 30 ediciones alrededor de 9.000 jóvenes de todo el mundo han tenido la oportunidad de viajar y descubrir las diversas vertientes humanas, geográficas, sociales e históricas de otras culturas.
Pero sobre todo, los participantes han podido vivir en su piel una experiencia que ambiciona un decidido compromiso social, educativo, antropológico y medioambiental, con el objeto de que los expedicionarios reflexionen y hagan aportaciones a algunos de los retos más importantes con los que se enfrenta la humanidad actualmente, como son la exclusión social, las grandes transformaciones en el medioambiente y la promoción personal de habilidades y actitudes emprendedoras.
Teresa afirma estar "muy orgullosa de representar a Canarias en esta aventura", aunque lamenta "que este proyecto no sea más conocido en nuestra tierra". Asegura además que para sus compañeros ella es "un puente en el intercambio cultural, ya que nuestra forma de hablar y de ser es una mezcla entre España y Latinoamérica".
Este año, la ruta comenzó el pasado 25 de julio con la concentración de los expedicionarios en Madrid, donde pudieron visitar el museo del Prado y el Palacio Real y fueron recibidos en audiencia por el rey Felipe VI. Al respecto, Gubern lamentaba que "sólo 50 ruteros pudiésemos conocer al rey", algo que ocurrió por la falta de tiempo para organizar una recepción para los más de 170 jóvenes que ese día comenzaban su aventura. La canaria fue una de las afortunadas que, al igual que el resto, acudió al Palazio de la Zarzuela vestida con el traje típico de su comunidad, en un acto en el que Felipe XI les animó a vivir al máximo esta experiencia única.
En todas sus ediciones, la expedición busca puntos históricos recorriendo las huellas de personajes cruciales en la historia de la Comunidad Iberoamericana. En esta ocasión, la ruta partió de Ávila celebrando el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, acontecimiento que sirve para conectar España y Colombia, puesto que parte de las acciones comunitarias de la santa de Ávila se financiaron con las esmeraldas que su hermano, el capitán Lorenzo de Cepeda, le enviaba desde Cartagena de Indias.
Así que después de peregrinar una parte del Camino de Santiago en Galicia, los expedicionarios viajaron a Colombia para iniciar su periplo americano desde Cartagena hasta Bogotá, donde ya han estudiado la obra del premio Nobel Gabriel García Márquez y donde ahora descubrirán el apasionante mundo de las esmeraldas.
Durante los 34 días que dura la expedición, los jóvenes permanecen organizados por equipos para facilitar tareas como el montaje de las casetas en las que duermen cada noche con los mismos compañeros, y para Teresa "resulta duro formar siempre parte de un equipo, pero cuando te acostumbras aprendes a disfrutar de cada momento, y hasta hacer cola para comer o para ducharte acaba siendo divertido". Uno de los valores principales de esta iniciativa radica en ese concepto de colectividad, de enseñar que juntos es mejor, de aprender a mirar por los demás, algo que la canaria se sorprendió de comprobar, "aquí acabas compartiendo con todo el mundo cuando rompes la barrera de la timidez, y de cada uno puedes aprender", y recuerda como "las primeras caminatas se hacían muy duras, pero siempre tenía algún compañero al lado animándome y ayudándome para seguir adelante".
Como novedad respecto a ediciones anteriores, este año todos los expedicionarios son mayores de edad, algo que facilita una mayor implicación intelectual con el proyecto, un aspecto muy importante dado que durante todo el viaje los jóvenes deben seguir un programa académico dirigido por la Universidad Complutense de Madrid y orientado a presentar múltiples actividades que ayuden a despertar su vocación en nuevas áreas de conocimiento.
