Un docente condenado por abusos sexuales a menores en 2013 volverá a dar clase en el colegio Juan XXIII del municipio de Tazacorte, en La Palma. La Conserjería de Educación del Gobierno canario ha permitido que el profesor de música, Marcos Lorenzo Afonso, se incorpore a principios de este curso a este centro educativo donde tiene su plaza fija. Fuentes de la escuela han confirmado a este periódico que el profesor se ha incorporado a su puesto hace una semana y que empezará a dar clase a partir de mañana, cuando los alumnos, de edades comprendidas entre los tres y los 14 años, regresen a las aulas.

La presidenta de la Federación de Padres y Madres de La Palma, Natalia García, aseguró que existe cierta alarma social en la Isla por la readmisión de este docente. "En verano comenzó el rumor de que este señor regresaría a su puesto de trabajo en el colegio y ahora se ha confirmado", argumentó esta madre, que asegura que no solo tienen miedo los padres que llevan a sus hijos a este centro, "sino también el resto por si terminan trasladándole a otros colegios de la Isla".

En 2010 dos menores denunciaron a Marcos Lorenzo Afonso por abusos sexuales. El docente fue condenado en 2013 de forma firme, después de que el Tribunal desestimara un recurso presentado por el acusado.

Este profesor de música, que además es director de la Coral Awara, fue condenado a indemnizar a las niñas con 3.000 euros, así como al pago de una multa diaria durante 20 meses. El Juzgado de la Penal número 7 de Santa Cruz de La Palma le impuso también una orden de alejamiento de las menores de 18 meses, que se cumplió en mayo de este año.

Sin embargo, el Tribunal no lo inhabilitó para seguir desarrollando su profesión, por lo que el docente continuó en su puesto hasta que fue apartado de forma cautelar por la Consejería de Educación hace dos años.

Educación argumentó entonces que debía ser un juez el que dictaminase si debía seguir dando clase, algo que la sentencia impuesta a este docente no especifica, por lo que la Consejería tuvo que tomar otras vías para intentar apartarlo de su actividad.

Natalia García manifestó que durante el procedimiento judicial se cometieron una serie de irregularidades, "que han sido la causa de que este señor siga en contacto con menores", argumentó la presidenta de la Federación.

Los delitos por los que Lorenzo Afonso fue condenado no fueron cometidos en el centro educativo, sino en el entorno de la Coral de la que es director, otro de los motivos por los que la Consejería manifestó entonces que no podía apartarlo de su plaza de forma definitiva.

Ahora, dos años después, el docente ha vuelto al colegio donde tiene asignada su plaza. En el centro se imparte clase a niños entre tres y 14 años, algo que para Natalia García es un factor de riesgo. "Para un niño de corta edad su profesor es un dios y todo lo que hace está bien", argumentó. Además, en el caso de que imparta clases a los alumnos de mayor edad, "los chicos sabrán que su profesor ha sido condenado por abusos sexuales, ¿qué clase de moral es la que va a impartir en el aula", criticó.

Se trata de un caso que tuvo una gran repercusión social tanto en la Isla, como en el resto del Archipiélago. García afirmó que incluso una de las víctimas tuvo que marcharse de La Palma como consecuencia del gran impacto social que ocasionó.

Sin embargo, a pesar de la condena ratificada, Lorenzo Afonso ha continuado al frente de la Coral Awara y sigue teniendo el apoyo de un sector de la sociedad palmera, que a pesar de que los hechos se consideran probados por la Justicia, no se cree que el condenado cometiera los delitos por los que fue imputado.

Natalia García aseguró que el docente no ha tenido ningún seguimiento psicológico ni tampoco un tratamiento de reinserción después de la condena, "por lo que nadie me asegura que no vuelva a cometer estos delitos". Por eso, la Federación lleva años luchando para que le aparten de la docencia infantil. "Lo mejor es que se le destine a un centro para adultos o que se le encarguen tareas de administración", concretó.

La presidenta de la Federación de Padres y Madres de La Palma argumentó que si el maestro continúa en su puesto se irá en contra de la Ley de Protección a la Infancia y la Adolescencia, aprobada recientemente. En esta norma se establece que cualquier trabajador que tenga que estar en contacto con menores debe acreditar que no han sido condenados en firme por ningún delito relacionado con niños o adolescentes.

La Federación insular de Padres y Madres tomará medidas para intentar evitar que este docente vuelva a dar clase. "Es un lobo guardando a las ovejas y nos hemos puesto en marcha para que este señor no se quede solo con nuestros hijos", reclamó García. Detalló que los padres exigirán a la Consejería de Educación que haya un docente más en su aula, en el caso de que el maestro tenga que continuar dando clase.