Carreras de última hora, nervios, besos y mochilas de colores protagonizaron ayer la vuelta al cole de los alumnos de Educación Infantil y Primaria. Los más pequeños del colegio llegaban felices e ilusionados por ver de nuevo a sus amigos después de más de dos meses de vacaciones.

Minutos antes de que abrieran las puertas del CEIP Iberia, Alba Rojas, de cinco años, no podía ocultar su inquietud ante los cambios por su paso a Primaria. "Me pregunto cómo será mi nueva profesora", comentaba nerviosa. Como esta pequeña, más de 163.000 alumnos de las etapas iniciales regresaron ayer a clase. Mientras que los matriculados en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional (FP) volverán a las aulas el próximo lunes.

En total, son más de 331.600 los alumnos de enseñanzas públicas no universitarias matriculados en un año en el que la ley educativa Lomce continúa con su implantación en los cursos pares de Primaria e impares de Secundaria que vienen acompañados de las reválidas. Un cambio que supone más de un quebradero de cabeza para los padres que no pueden reutilizar manuales de otros años y les supone un importante desembolso económico.

Para muchas familias la aplicación de la polémica ley, que comenzó el pasado curso, es un trastorno porque los libros no se pueden ceder de un hermano a otro y tanto la materia como la forma de impartirla sufre algunas modificaciones. "Este curso me he gastado unos 200 euros en libros, además del material escolar. Al ser un material nuevo no se pueden prestar y al final somos las familias las perjudicadas", denunciaba ayer Ángeles Buigues, cuyo hijo, Abián, de 11 años, pasa ahora a 6º de Primaria, uno de los cursos en los que se estrena la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) que ya se implanta en toda la segunda la etapa.

La también conocida como Ley Wert, nombre del ministro de Educación que la auspició, empieza a aplicarse por primera vez este curso en 2º, 4º y 6º de Primaria (7, 9 y 11 años), en 1º y 3º de ESO (12 y 14 años), en 1º de Bachillerato (16 años) y 2º de FP Básica. Ya el pasado curso comenzó en los cursos impares de Primaria y en 1º de FP Básica. Además, la Lomce recoge que en el curso 2016 - 2017 se aplicará en 2º y 4º de la ESO y en 2º de Bachillerato.

Una de las cuestiones más polémicas de la nueva normativa son las conocidas como reválidas que se celebrarán previsiblemente en mayo del año que viene. Se trata de una evaluación externa, nacional y estandarizada para todas las comunidades autónomas y a la que se someterán los alumnos de 6º de Primaria, que entonces tendrán 12 años.

Aunque esta evaluación no puntuará en el expediente, gran parte de la comunidad educativa se ha opuesto a ella al considerar que puede estigmatizar al alumno e incluso al propio centro al compararlo con otros. Muchos cambios que no convencen, en general, a los padres que ven que tienen que gastarse un dinero para una ley que en principio parece que no durará mucho, ya que los partidos de la oposición han afirmado que la derogarán si llegan al poder. "Es una barbaridad que cambien las leyes educativas cada dos por tres. Los niños no pueden aprovechar el material de sus hermanos o de sus primos. No es comprensible que la educación se guíe por intereses", denunciaba ayer Carla López, después de dejar a su pequeño de cinco años en el cole.

La jefa de estudios del CEIP Iberia, Inmaculada Hernández, explicó ayer que en este curso 2015- 2016 toda Primaria entra con la Lomce, una normativa que no convence a muchos profesores del centro que la ven "poco adecuada" para esta etapa educativa. Como ejemplo ponen la duración de las clases que serán ahora "de solo" 45 minutos. En su opinión, "es poco tiempo porque al menos se tardan 10 minutos en empezar a trabajar en el aula".

Ajenos a todos los contratiempos de la implantación de las sucesivas leyes, se encontraban los pequeños que estaban más pendientes de saludar a sus compañeros a los que no veían desde hacía más de dos meses. Un periodo vacacional que a los padres se les hace muy largo, sobre todo, a aquellos que trabajan y no pueden hacerse cargo de sus hijos.

Adaptación

Los más pequeñitos, para los que era su primer día de colegio, la entrada era quizá un poco más complicada. Rocío Martín, de tres años, se abrazaba a su padre en su primera jornada de adaptación que finalizará dentro de una semana. En el caso del CEIP Iberia, durante los dos primeros días del nuevo curso, los alumnos de 1º de Infantil solo permanecerán en el cole tres cuartos de hora acompañados de sus padres. Un tiempo que se irá prolongando de manera progresiva hasta llegar al horario completo del centro, de 9.00 a 14.00 horas.

"La adaptación es muy importante para que el niño venga al colegio con el menor sufrimiento posible. En junio se celebró una reunión con los padres para comentarles algunas cuestiones importantes, como que los niños deben venir sin chupa", dijo la jefa de estudios del CEIP Iberia, que cuenta este curso con 455 alumnos, de los que 313 pertenecen a Primaria y 142 a Infantil.

Las ganas de aprender y la importancia de este aprendizaje quedaba patente en una frase escrita en la pizarra de 5º B de Primaria, unas palabras que pronunció la adolescente paquistaní Malala Yousafzai en su discurso en las Naciones Unidas: "Un niño, un profesor, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo".