El papa Francisco está sorprendiendo por tantas cosas como hace por primera vez como pontífice: vivir en Santa Marta, conducir su propio coche, pagar de su bolsillo, comprarse unas gafas... La imagen de Bergoglio cuando se probaba unas lentes en una óptica de Roma no sólo resulta memorable sino también enternecedora del padre Jorge. Ahí le tienen, a la izquierda, con unos canarios que residen en Italia que tuvieron la oportunidad de obsequiar al obispo de Roma con una botella de Banadrink, su nombre oficial, en román paladino crema de plátano de Arehucas, la firma de Arucas que tanto ronronea. ¿Se dedicará a Francisco a ronronear? Después de su revolucionaria encíclica Laudato si sobre el medio ambiente y los estilos de vida, todo es posible. ¿Y habrá mosqueo diplomático en La Habana al ver al Papa con la botella de Arehucas ahora que ultima un viaje a Cuba? Las relaciones del Vaticano superan todas las crisis y todo indica que los puentes con los hermanos Castro no se van a romper por una botella de crema de plátano.