El centro de arte La Regenta, en la capital grancanaria, abre la temporada de exposiciones este viernes 25 de septiembre con el proyecto Ósmosis. Blancas + Nicanor. Una muestra que reúne la obra de los artistas grancanarios Julio Blancas y Carlos Nicanor, ambos afincados en Tenerife, que practican dos estéticas distintas y que confluyen en una exposición en común.
Un diálogo plástico entre dos jóvenes creadores con dilatada trayectoria, que "descansa en la obsesión de cada artista", en palabras de Alejandro Vitaubet, director de La Regenta. Dos estéticas que ha encontrado una ligazón plástica, un lenguaje que los acerca, pese a que nunca antes habían trabajado juntos. De un lado, la singular propuesta escultórica de Carlos Nicanor, cuya propuesta trasciende del propio concepto escultórico; y de otro, los evocadores lienzos a grafito y piezas que emulan parabólicas, todo ello en una paleta de grises y negros que son el sustrato creativo de Julio Blancas.
Se reúnen en Ósmosis una treintena de piezas entre esculturas, dibujos en poliéster, aluminio, tela, e instalaciones, con un discurso museístico distinto al que se pudo descubrir en Tenerife Espacio de las Artes (TEA), en la pasada temporada y que produce esta muestra en colaboración con el centro de arte grancanario.
Comisariada por Frasco Pinto, director de la galería Artizar, en La Laguna, y Dalia de la Rosa, licenciada en Historia del Arte y miembro del consejo de patronos de la Fundación Pedro García Cabrera, y con un presupuesto que ronda los 3.000 euros, Ósmosis es fruto de dos años de trabajo y una apuesta por la interacción entre los dos artistas; un "feedback creativo", que en palabras de Alejandro Vitaubet, no distorsiona el lenguaje particular de Blancas y Nicanor, sino que lo implementa dando lugar a una pieza común titulada igual que la exposición, donde son reconocibles las formas de cada cual integradas en un mismo objeto. "Estos dos artistas no habían tenido una exposición de esta naturaleza, y el planteamiento de los comisarios ha sido un acierto, como una especie de acordeón donde los artistas se acercan pero también se alejan y que mantiene las identidades de cada uno", explicó ayer Vitaubet en la presentación, junto a la directora general de Cultura, Aurora Moreno; el conservador jefe del TEA, Isidro Hernández, además de los dos comisarios y los artistas.
En opinión de Hernández, estamos ante dos autores cuya obra hace que el espectador se interrogue sobre el concepto de cada pieza. De Blancas dijo que es un "artista con una fuerza inusual", que se caracteriza por "la manipulación de los objetos, una fuerza que se revela en una suerte de imágenes desbordante"; y de Nicanor, un creador "muy peculiar, imprevisible" que proyecta "objetos casi impracticables" que destilan "fuerza expresiva".
Los comisarios subrayaron ayer cómo el espacio de La Regenta y el diseño de montaje "permite potenciar algunas piezas a modo de caleidoscopio con diferentes puntos de vista". Según Dalia de la Rosa, "es un proceso vivo y dilatado en el tiempo que confronta dos realidades artísticas y personalidades distintas".
