Muy pocas bodas han contado con un invitado tan célebre como el que tuvieron Inés y Pedro en su enlace. La pareja que se casó ayer en la Casa del Vino coincidió con el científico Stephen Hawking, que se encontraba en la casona para presentar la tercera edición del Festival Starmus. La palabra "Congratulatión" apareció en la pantalla del ordenador del científico inglés para felicitar a los recién casados, que no dudaron en fotografiarse junto al investigador, como si de un invitado más a la boda se tratase.

Un retraso de dos horas sobre el programa previsto para el inicio de la presentación de este evento hizo coincidir la llegada de Hawking con el momento en el que el coche de la novia hacía su entrada en el patio del inmueble. Los fotógrafos y cámaras preparados para captar la salida del investigador de su vehículo desconcertaron a la novia, que en un primer momento no lograba entender tanta expectación mediática por su enlace.

Poco después Inés se mostró encantada con la presencia de Hawking en su boda y no paraba de agradecer al científico su felicitación. Entre los asistentes a la presentación del evento también había una pequeña fan del investigador. Aroa Sosa, de nueve años, se había trasladado a La Casa del Vino para poder entregarle un dibujo hecho por ella a Hawking. "Lo he dibujado sin silla de ruedas porque no me salía muy bien", lamentó. Su madre asegura que Aroa es una gran seguidora del físico y por eso no quería perderse su visita a este inmueble para poder tener la posibilidad de verlo con sus propios ojos.