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Sanidad

El Hospital Insular implanta el primer marcapasos sin cables en Canarias

El nuevo dispositivo es más pequeño, no requiere incisión quirúrgica alguna y disminuye las posibles complicaciones de la técnica convencional

Los cardiólogos Francisco Jiménez y Juan Carlos Rodríguez muestran ambos dispositivos. ANDRÉS CRUZ

Un varón, de 48 años, ha sido el primer paciente canario al que se le ha implantado un marcapasos sin cables, mediante una breve intervención realizada en el Hospital Insular hace dos semanas. Este dispositivo, mínimamente invasivo y del tamaño de una moneda de un euro, disminuye las posibles complicaciones del marcapasos convencional, como son las infecciones a causa de los cables (endocarditis) y los hematomas.

Este minimarcapasos no requiere del uso de cables para ofrecer terapia de estimulación ni de incisiones quirúrgicas en el pecho, ya que se coloca directamente en el corazón mediante un catéter insertado a través de la vena femoral.

El jefe de Cardiología del Hospital Insular, Francisco Jiménez, y el cardiólogo Juan Carlos Rodríguez aclararon ayer que por el momento los pacientes más adecuados para beneficiarse de esta tecnología son aquellos que tienen riesgo de complicaciones derivadas del implante.

Este es el caso del paciente del Insular que había sufrido diversas complicaciones con los implantes convencionales que llevaba desde hacía más de una década, por lo que se optó por esta novedosa técnica. Se calcula que el 25% de las personas que necesitan un marcapasos presentan algún tipo de dificultad.

En Canarias se implantan alrededor de 1.400 marcapasos cada año, mientras que en todo el territorio nacional ascienden a más de 37.500. En concreto, durante 2014 en el Hospital Insular se llevaron a cabo 243 implantes nuevos y recambios, con una edad media de 77 años, siendo el 56% varones.

El procedimiento convencional puede llevar aparejado algunas complicaciones, como infecciones, expulsiones, limitaciones deportivas, fracturas o desplazamientos. En cambio, la nueva tecnología no presenta estos problemas porque no tiene cables y no requiere de incisiones quirúrgicas en el pecho ni de la creación de ningún bolsillo debajo de la piel. Además, elimina cualquier signo visible del dispositivo.

"Es la primera vez que en Canarias se realiza un implante de un marcapasos sin electrodos. Supone una revolución y transforma el concepto que tenemos del marcapasos en la actualidad", señaló Rodríguez, que fue el encargado de implantar el dispositivo en una intervención que duró menos de una hora aproximada.

El nuevo marcapasos, que mide una décima parte del tamaño del actual, es totalmente programable, tiene una vida útil de entre 10 y 12 años, una longitud de dos centímetros y medio, un peso de 1,75 gramos, y se comunica con el programador por radiofrecuencia.

El primer paso para implantarlo es introducir el catéter por la vena femoral del muslo hasta llegar al corazón. Posteriormente, el dispositivo se ancla en la pared del corazón a través de unos pequeños garfios. Una vez alojado correctamente, el marcapasos se suelta del catéter y éste se retira por la vena femoral. A partir de ese momento proporciona impulsos eléctricos a través de un electrodo ubicado en su extremo.

Hasta el momento se ha comunicado 140 implantes de este tipo en todo el mundo. De éstos, 54 corresponden al Hospital Clinic de Barcelona y nueve al Hospital Universitario de Santiago de Compostela. Por ahora este 'minimarcapasos' ha cumplido con las medidas de seguridad y rendimiento, ya que el 100% de los pacientes que se han beneficiado de esta tecnología tuvieron un procedimiento de implante exitoso.

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