Evolution, una producción de ciencia ficción dirigida por la francesa Lucile Hadzihalilovic, producida por Volcano Films, de Tenerife, y rodada durante cuatro semanas en Lanzarote, con Tinajo como localización principal, y otras dos en Barcelona, ha obtenido el Premio Especial del Jurado de la 63º edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Además, se ha llevado el premio a la mejor fotografía. Evolution es el tercer largometraje de Hadzihalilovic, que ganó el premio Nuevos Directores del certamen donostiarra en 2004 con su anterior trabajo, Innocence.

Hadzihalilovic ha asegurado sentirse "emocionada y feliz" por haber recibido este premio especial. "Entiendo que es porque mi película es especial", ha dicho en la sala de prensa tras recoger el premio. La directora francesa agradeció también la oportunidad de haber podido mostrar su película a un gran público, "algo raro para una cinta como esta", subrayó. "Sé que la película ha dividido y no ha gustado a todos, pero creo que eso es casi inevitable", ha añadido.

El 63º Festival de San Sebastián premió con la Concha de Oro a una película pequeña, hermosa y dura que apenas apareció en las quinielas, Sparrows (Gorriones), aunque el público la aplaudió largamente en el pase oficial. "Soy extremadamente feliz", ha señalado un Rúnarsson parco en palabras, en una intervención que ha comenzado con la Concha por los suelos al posar para las cámaras. El Festival abrió la gala de clausura con un mensaje a favor de que la Unión Europea dé protección "a aquellas personas que huyen de la guerra, el terror y la persecución" que leyeron al alimón las presentadoras Aitana Sánchez Gijón y la periodista vasca Edurne Ormazabal. Emocionados y muy guapos, vestidos de esmoquin, los flamantes ganadores ex aequo de la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina por Truman, Ricardo Darín y Javier Cámara, agradecieron el premio a un público entregado, que les aplaudió a rabiar, mientras echaban de menos al director Cesc Gay.

Ganar la Concha, ha dicho Darín, "artísticamente nos eleva, nos sostiene y nos empuja pero lo mejor es que nos hemos hecho amigos; todos sabéis que ha habido que recorrer un camino áspero para hacer esta película", que es "una cinta sin cerrar". Truman se estrena en España el 30 de octubre, ha recordado Cámara; "ahora solo esperamos que tenga un recorrido en el cine y que la vea la gente porque es una película muy bella".

También estuvo poco hablador el ganador de la Concha de Plata a la mejor dirección, Joachim Lafosse, por Los caballeros blancos, una película que cuenta, sin sentimentalismos ni provocaciones, su visión casi periodística del escándalo de las adopciones irregulares en Chad que salpicó a la ONG francesa Arca de Zoé en 2007. "Es importante tener cuidado y no dejarnos llevar por las emociones, recordemos que la ayuda se organiza colectivamente y no solo a través de iniciativas privadas", dijo el belga tras recibir su premio.

La actriz danesa y presidenta del jurado oficial, Paprika Steen, dejó caer que el palmarés no fue respaldado por unanimidad; de hecho, dijo en una entrevista de radio, hubo acaloradas discusiones respecto a algún galardón importante que, finalmente, se acordó por consenso. Muestra de ello fue la una Mención Especial del Jurado, que entregó la propia Steen, a la película El apóstata, de Federico Veiroj, que recibió algunos silbidos, aunque peor recibido fue el premio al mejor guion, que se concedió a los hermanos Jean-Marie y Arnaud Larrieu.

Por otro lado, la película Paulina (La Patota), del director argentino Santiago Mitre, consiguió ayer el Premio Horizontes Latinos de la 63 edición del Festival de Cine de San Sebastián. La cinta es una tragedia moderna que explora los límites del idealismo y se llevó también el gran premio de la Semana de la Crítica en el pasado festival de Cannes.

Un jurado que no ha tenido en cuenta películas como el primer anime del japonés Mamuro Hosoda, El chico y la bestia; la futurista y radical High Rise, del británico Ben Wheatley, o Freeheld, sobre una historia de amor entre lesbianas que sí se llevó el Sebastian, premio a cintas de temática gay. También ha sido notable la ausencia de premios para las cintas españolas, siete en competición oficial. En especial El rey de la Habana, de Agustí Villaronga, que vio recompensado de nuevo su esfuerzo en el premio a su actriz protagonista, Yordanka Ariosa, a quien se le saltaron las lágrimas con su Concha en la mano.