La belleza de la Luna logró ayer eclipsar al Teide, un momento que no volverá a repetirse hasta 2033. Unas 70 personas tuvieron la oportunidad de disfrutar desde el pico más alto de España de ese espectáculo en el que satélite ofreció a los espectadores todo su esplendor. Incluso el majestuoso volcán no pudo evitar avanzar con su propia sombra hacia el Atlántico para intentar tocar la luna llena más enorme de los últimos cuatro años. Fue a las 19.40 horas, cuando hizo su aparición, un 14% más grande y un 30% más brillante, pero el fenómeno astronómico aún no había terminado.

El Teleférico del Teide decidió subir al casi centenar de asistentes con tiempo hasta los 3.555 metros de altura para ser testigos de este mágico acontecimiento en el mejor lugar de Europa para verlo. Sobre las 18.30 horas, llegaron a prácticamente a la cima, y allí estaba esperándoles el director del Observatorio del Teide, Miquel Serra. Acompañados por una copa de cava o de un chocolate caliente para hacer frente a los ochos grados de temperatura, los invitados pudieron adentrarse en el mundo de la astronomía gracias a sus conocimientos. Según explicó, la alineación de la sombra del volcán con la Luna era solo del primer fenómeno del eclipse "histórico" que tuvo lugar en la madrugada de hoy.

Formando un triángulo perfecto, avanzó hacia el satélite recorriendo más de 200 kilómetros para llegar con su punta a ella, y al final lo consiguió, aunque no con un trazado perfecto. "Al estar cerca del equinoccio, la sombra del Teide señalará el Este, y es mentira que el Sol salga por el Este y se ponga por el Oeste, eso solo pasa dos veces al año, precisamente con los equinoccios", dijo con una sonrisa Miquel Serra, científico del Instituto de Astrofísica de Canarias.

Pero este fenómeno no terminaba ahí, ya que entre la tarde de ayer y la madrugada de hoy se viviría un escenario que no se repetirá hasta 2033, ya que no solo se iba a producir la alineación de la sombra del Teide con la inmensa Luna, sino que además después se iba a producir el eclipse. Según Serra, "a lo largo de este año habrán cinco superlunas, pero ninguna tan grande como esta porque es cuando más se acercará a la Tierra, así que la que apareció ayer es una "super-super Luna", apuntó. Si bien en 2018 habrá otro fenómeno de este tipo, su magnitud no será igual, agregó el astrónomo.

Miquel Serra coordinó la retransmisión de la alineación y del resto del proceso con el proyecto europeo Gloria. De esta forma, los interesados no solo pudieron ver en directo, a través del portal sky-live.tv, cómo la sombra del majestuoso volcán se adentraba hacia el Atlántico para tocar con su punta la Luna, sino además cómo el satélite se teñía de rojo.