¿Perciben los autónomos la llegada de la recuperación económica o eso, como la macroeconomía respecto al ciudadano común, es cosa de las grandes empresas?
Ya llevamos prácticamente dos años en que, poco a poco, cada vez más los autónomos van percibiendo una mayor recuperación, mayor actividad en sus negocios y una recuperación de las ventas. Eso sí, estamos hablando de una recuperación en relación con 2014, no con 2007. En ese año, el nivel de facturación media estaba un 40 % por encima. Hasta 2014, cada año fue de caída y en 2014 se produjo el punto de inflexión. Hoy podemos decir que tres de cada cuatro autónomos empiezan a facturar más que el año pasado. Eso significa que estamos en niveles precrisis.
¿Qué pasa con el 25 % res- tante?
Siempre ha sido así. En España hay un millón de comercios. 750.000 van bien y los otros 250.000, no. Por eso la rotación en el comercio no es cuestión solo de la crisis, sino que siempre la ha habido. Sales a tomar una copa y hay bares llenos y otros que dan pena. Eso es el mundo de los autónomos.
¿Y el empleo?
Uno de cada tres empleos que se están generando en España lo crean los autónomos y prácticamente el 70 % del empleo indefinido. En el primer semestre del año, ha habido 127.000 empleos generados por los autónomos: 55.000 nuevos autónomos y 72.000 nuevos contratados por este colectivo. Este año vamos a terminar con 70.000 autónomos más y, de los 700.000 puestos de trabajo que se crearán, un tercio corresponderá a autónomos. Los autónomos fuimos los primeros en despedir al iniciarse la crisis y, en cuanto se ha empezado a recuperar la economía, hemos vuelto a contratar. Primero con el empleo del miedo, es decir, contratos temporales, y luego, cuando hemos visto que se asienta la recuperación, ha vuelto el empleo estable.
¿Hay variación en la creación de autónomos respecto a antes de la crisis?
No hay ningún cambio en la tendencia general, aunque sí en las actividades donde están entrando los autónomos
¿Qué sectores están funcionando mejor?
En el periodismo, por ejemplo, se estila ahora subcontratar autónomos que trabajan para varios medios. También en veterinaria, educación, sanidad, nuevas tecnologías, los profesionales en general.
¿Qué sectores de futuro re- comendaría a un lector que es-té pensando en hacerse autó- nomo?
Mucha gente ha perdido el res- peto a trabajar por cuenta propia. Antes había más miedo. Han ayudado muchas medidas que se han puesto en práctica y que han supuesto que emprender sea hoy más fácil y más barato, especialmente al iniciar la actividad. En cuanto a sectores, todo lo relacionado con el mundo informático, la dependencia, la innovación y las nuevas tecnologías es donde estamos encontrando un importante nicho. Los servicios, en general.
¿Cómo ha evolucionado el crédito para este colectivo? ¿Perciben una apuesta decidida de la banca por este sector?
Este año es el primero desde el inicio de la crisis en que se ve que está creciendo el crédito. Hablamos de crédito nuevo, no de refinanciaciones. Lo que pasa es que la inversión que se solicita, como decía antes respecto del empleo, es crédito del miedo. Ahora mismo, vamos con cantidades pequeñas para no arriesgar demasiado, so- bre todo después de lo vivido en 2008, cuando de la noche a la mañana se suprimió un millón de pólizas de crédito. Esto hace que el autónomo tenga miedo a endeudarse y que, aunque hay más ganas de prestar por parte de los bancos, las peticiones sean todavía escasas. El autónomo ha aprendido a no endeudarse tanto como antes. Ya me gustaría que las administraciones públicas hicieran lo mismo. En ATA creemos que el crecimiento ha llegado para quedarse pero no se pueden lanzar las campanas al vuelo, porque ya hay expertos que hablan de una posible desaceleración en el crecimiento por factores como China o los resultados electorales.
¿Cómo valora los recientes cambios de gobierno en las au-tonomías? ¿Puede beneficiar a los autónomos que gobierne la izquierda, que dice tener más sensibilidad hacia las pequeñas empresas?
ATA, tradicionalmente, ha trabajado con gobiernos en todas las autonomías, bien del Partido Popular o del Partido Socialista o nacionalistas, caso de Cataluña y País Vasco. La preocupación de toda la clase política por los autónomos ha sido latente, unos pueden haber hecho más que otros, pero no por el signo político. Al respecto hay un dato muy llamativo. El voto del autónomo más pobre en las urnas vale lo mismo que el del empresario más poderoso. La diferencia es que en España hay 3,1 millones de autónomos y 4.400 grandes empresarios. Eso los políticos no lo olvidan ni deben olvidarlo.
Ahora que finaliza la legislatura, ¿se suma usted a los innumerables colectivos que reniegan de la política del PP de Rajoy o cree que ha sido buena para los autónomos?
Pienso que en esta legislatura se ha legislado mucho y bien para los autónomos y los emprendedores. Es la legislatura en la que más medidas se han tomado. Es cierto que quedan muchas cosas pendientes. Nos acordamos de lo malo, como la subida del IVA o de las cotizaciones, pero hay otras cosas buenas, como el plan de pago a proveedores, como la tarifa plana, como la jubilación anticipada, como compatibilizar trabajo y pensión o como poder capitalizar el paro al 100 %.
¿Es necesaria una nueva reforma para dar mayor cobertura de paro a los autónomos?
Es necesario seguir trabajando y tomando medidas suplementa-rias porque quedan muchas pendientes. Una de ellas es seguir eliminando trámites y cargas administrativas, adecuar las cotizaciones de los autónomos a sus ingresos y adaptar y pagar por lo que realmente se trabajó.
¿Qué quiere decir al respecto?
Un autónomo se da de alta tal día como hoy y tiene que pagar cotizaciones sociales desde prime- ro de mes y si se da de baja hoy también tiene que pagar lo que queda de mes.
¿Y el paro?
Ha habido una mejora con la ley de mutuas y hoy la mitad de los autónomos que solicitan el paro lo cobra, cosa que el año pasado solo era un 20 %. El paro está bien cubierto. Lo que queda por hacer es adaptar la tributación de los autónomos a la nueva realidad económica. Por ejemplo, hoy día muchos autónomos tributan por módulos, pero, por ejemplo, está el caso del transportista, para quien el rendimiento neto para estar en módulos es mayor que en otros sectores porque su principal gasto es el carburante.
¿Es la morosidad de las grandes empresas uno de los prin- cipales lastres de la actividad de los autónomos? ¿Y la administración?
La morosidad en nuestro país es una de las principales causas de cierre de pequeñas empresas y autónomos. En este país hay empresas que presumen de ser socialmente responsables, de estar en el Íbex 35 y darnos a los demás clases morales, pero pagan a sus proveedores a cinco meses vista, cuando la ley establece que lo hagan en 60 días. La administración ha hecho un esfuerzo importante y paga de media en 85 días, sobre todo la local.
