La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Concierto Orquesta Filarmónica de Gran Canaria

Todo fue perfecto

Todo fue perfecto

Sí, desde la elección del programa, la orquesta adecuada a él y, sobre todo, la dirección e interpretación al piano de nuestro paisano Iván Martín.... Pero vayamos por partes.

Los dos primeros conciertos de piano de Beethoven en versiones, en cierto sentido, nuevas, franqueados por dos oberturas fue el primer acierto, pues nos hizo ver algo de lo que fue Beethoven en sus tiempos de virtuoso del piano con un mayor protagonismo del piano y con cadencias más largas de lo habitual, y en ello Iván Martín con una técnica perfecta y una gran expresividad nos demostró, no sólo que es un extraordinario pianista sino un gran director, pues sin partitura consiguió una identificación solista-orquesta que raras veces se percibe. En ello estuvo el mayor acierto de esas versiones, pues a su impecable técnica pianística unió una sonoridad orquestal, en cierto sentido, nueva con esa cuerda no habitual, pero sí adecuada a esas versiones, que, para mí, fue una auténtica delicia Si a ello añadimos que la OFGC sonó maravillosamente, como es habitual, podemos concluir que fue un acierto total la versión escogida que, indiscutiblemente, es una curiosidad que no todos los públicos pueden disfrutar.

Por supuesto, gustó más la interpretación del Primero, en do mayor, op. 15, que la del Segundo, en si bemol mayor, op. 19, pero ello es lógico ya que la calidad del primero es superior, pero recuerdo, como uno de los momentos mágicos, el Adagio, lleno de serenidad, del Segundo y el Largo del Primero.

La Orquesta, comandada (¡ya era hora!) por Mariana Abacioaie actuó muy a gusto con el Maestro y nos dio dos oberturas del genio de Bonn: Las Ruinas de Atenas, op. 113 y Egmont, op. 84, estupendamente dirigidas, sin partitura, por nuestro Iván Martín, que contrastó perfectamente los distintos momentos, heroicos y serenos de ambas, sobre todo en la segunda, destacando perfectamente el tema de Klärchen, sentimental, femenino, con el heroico del protagonista. Como siempre, el viento, comandado por el magnífico oboísta Salvador Mir, se llevó la mejor parte; pero todos brillaron provocando una de las mayores y más espontáneas ovaciones que recuerdo y que me sirve para sacar estas conclusiones: a) que Beethoven ha sido, es y será Beethoven; b) que Iván Martín es un gran Músico, tanto al piano como dirigiendo, y c) que estamos orgullosos de que sea nuestro paisano.

¡Ah! Y unas magníficas notas al Programa de Sole Fernández de la Mora.

Compartir el artículo

stats