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Entrevista

José Luis Mola Doreste: "El 50 % de los pacientes crónicos no usan de forma correcta las medicinas"

"Los 41 años que llevo en esta profesión me he dedicado al mismo barrio", afirma el farmacéutico

José Luis Mola Doreste, ayer, en la farmacia de La Minilla. ANDRÉS CRUZ

¿Qué aspectos de la farmacia en Las Palmas de Gran Canaria trata en su conferencia?

Haré un homenaje a la farmacia más antigua de Canarias en 1760, de Bernetta, que estaba situada en la Calle Remedios, donde van a poner una placa, junto con otra con comentarios de esa farmacia en Triana. Bernetta era un italiano que cuando vino le atacaron los piratas, le robaron toda la documentación, entre ella la del título de farmacéutico, y tuvo que ir a La Laguna a renovarlo. Era genovés, y se estableció en lo que hoy es La Floridita en la Plaza de las Ranas. Era conocida como la farmacia de las cadenas, porque tenía unos hierros a la entrada.

Usted se considera un farmacéutico en el sentido más originario de la palabra.

Yo soy un farmacéutico de barrio, lo que antiguamente llamábamos boticario. Los 41 años que llevo en esta profesión me he dedicado al mismo barrio. La farmacia ha ido evolucionado constantemente, pero hoy no sólo tratamos medicamentos para tratar la salud, sino que hacemos un seguimiento sobre los tratamientos: efectos secundarios, interacciones, etc. Fui presidente del Colegio durante ocho años, y una de las cosas que más me preocupaban era la falta de adherencia de los pacientes a los tratamientos.

¿Hasta qué punto considera que es un problema grave?

La Organización Mundial de la Salud señala que el 50% de los pacientes crónicos y politratados, que son esas personas mayores que tienen muchos medicamentos, no los toman correctamente. Y eso produce unos ingresos hospitalarios y unos problemas de salud tremendos. Una cosa que yo siempre he procurado decir es que, para evitar eso, es necesaria una relación con todos los factores sanitarios: médicos, farmacéuticos, enfermería. Hoy la medicina no se debe dar en estancos porque funciona mal.

¿Cree que se ha producido un alejamiento entre el profesional de la medicina y el paciente?

Antes el paciente crónico tenía su control cuatro veces al año. Pero de un tiempo hasta ahora le han puesto dos veces. A veces una persona mayor no sigue el tratamiento que el médico le ha mandado incluso por olvido, pero no hay un sanitario que le pueda controlar. Y al no tomárselo, el colesterol se dispara, el azúcar se dispara, etc. Es importantísimo que haya una relación entre el médico y el farmacéutico más fluida, para que uno pueda decirle, "mira tu paciente no se está tomando el medicamento, llámale". Yo creo que debemos de tener un mayor control sobre todo con los enfermos crónicos.

¿Estos pacientes no siguen bien las indicaciones médicas?

Las cifras de la Organización de la Salud estiman que el 50 % de los pacientes no cumplen adecuadamente los tratamientos las enfermedades crónicas. La falta de adherencia genera dos mil muertes prematuras cada año en Europa, y el coste sanitario es de muchísimos millones de euros.

¿Qué opina sobre la polémica de si vacunar o no a los niños?

No debería existir. Recuerdo que de joven iba a San Juan de Dios y se te caía el alma al suelo al ver cuántos niños había con la polio. Hoy día, afortunadamente, este problema y otros se han reducido mucho. Hay que vacunar siempre.

¿Cree que la gente hace un buen uso del medicamento?

La sociedad cada día está mejor informada. Y cada vez, desde la farmacia, intentamos hacer un seguimiento para que estos problemas se vayan corrigiendo, pero el control no es el perfecto. Y, además, no todas las personas tienen la misma cultura y el mismo conocimiento para poder seguir el tratamiento como el médico le manda. Aquí la gente toma mucho paracetamol, mucho ansiolítico.

Su farmacia tiene fama de dar un servicio amplio a los clientes.

Nosotros informamos sobre las interacciones, los efectos secundarios, y damos hábitos de vida saludables, consejos sanitarios, y a estos pacientes yo no la llamo clientes, sino pacientes. Desde que abrí la farmacia. En la puerta poníamos "velamos por su salud".

¿Qué opina del copago?

Como pasa con todo, hay gente que no debe pagar nada, pero hay otros que sí. El copago siempre ha existido porque cuando usted iba con la tarjeta sanitaria pagaba el 40 %. Ahora se paga según la renta de la persona y se puede llegar hasta el 60 % o no pagar nada. Antes los pensionistas no pagaban, y ahora pagan algunos con un tope según la renta. Lo lógico es que quien tenga más dinero pague más.

¿Mucha automedicación?

En términos generales la gente se automedica bien porque tiene más información. Con la sociedad del conocimiento hay un fácil acceso a la información. Hubo una época que se abusaba mucho de los antibióticos pero, hoy, afortunadamente, el médico manda menos porque, cuando uno iba al Negrín o al Insular, muchos pacientes no lo aceptaban. Y era un problema médico grave que se ha tenido que atajar. A lo mejor los estamos tomando a través de las carnes, pero eso ya es otra cosa.

¿Cómo es la proporción del consumo de medicamentos aquí con respecto a España?

Yo creo que hay patologías que son muy diferentes, porque en la zona del norte tenemos a muchos diabéticos. Y la diabetes, aunque sea controlable, hay que estar siempre encima, y en eso superamos a la Península.

¿Ve bien la moda que se está imponiendo de la venta de fármacos a través de internet?

Lo que no sea la cercanía con la persona para poder hablar con el sanitario y explicarle su problema, y el farmacéutico aconsejarlo, es un problema. Si se quita el consejo farmacéutico, me parece una solución poco práctica porque hay farmacias a poca distancia una de otra a las que el paciente puede acudir. La persona lo tiene más fácil. Pero al perderse el consejo farmacéutico se pierde mucho. Pienso que no es una medida adecuada. Pero debo decir que no estoy en contra de la tecnología. De hecho, los farmacéuticos hemos sido pioneros con el tema de la receta electrónica, pero lo de la venta por internet no lo veo lógica. Y, además, tiene matices, porque, por mucho que tú puedas intervenir en internet, hacer un cuestionario, etc., no es lo mismo estar hablando persona con persona.

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