La Casa de Colón exhibe quince aguafuertes realizados en 1975 por los artistas canarios Juan Ismael, Felo Monzón y Santiago Santana con motivo del 40º aniversario del Taller de Grabado de este centro. La muestra, que se inauguró ayer y que permanecerá abierta hasta el 1 de noviembre, reúne cinco obras de cada uno de estos pintores que fueron incluidos en una misma carpeta gráfica con sus respectivos ideario estético. Los tres artistas pasaron por la Escuela Luján Pérez, algo que se aprecia en la estética del hombre y la mujer, la naturaleza y el paisaje de Canarias.
La directora de la Casa de Colón, Elena Acosta señaló, durante la presentación, que este proyecto se encuadra en la política del centro de "ir enseñando aquello que es necesario que conozca la ciudadanía". Por su parte, el nuevo director general de Cultura, Oswaldo Guerra, recordó que estos tres pintores "son un emblema de las artes plásticas de Canarias y el taller la culminación de todo un movimiento". Para Guerra, la exposición es "una muestra clarísima del ideario estético de aquella vanguardia artística, con una identidad canaria en elementos del paisaje, el femenino nuclear y estos trazos están en nuestro propio imaginario".
Los tres artistas se embarcaron en este proyecto en el que no habían trabajado como un acto de valentía y humildad, ya que los tres eran muy conocidos, y tuvieron que hacer una reflexión de su obra y de la técnica. Cada uno diseñó cinco estampas que reflejaban las principales características de sus respectivas trayectorias artísticas. Pero todos recrearon el imaginario del archipiélago canario, compuesto por el mar, las barcas, los cardones, la arquitectura de los riscos, la tierra, las mantillas, las palmeras o los volcanes, en un recorrido que irremediablemente conduce hasta las Islas, y fueron incluidas en una misma carpeta del Taller de Grabado.
Así, Juan Ismael (1907-1981) muestra cómo son las mujeres en las que se está sosteniendo la sociedad del momento, a través de una personal, íntima y visceral exposición de Las Afortunadas, con el surrealismo onírico y la canariedad perturbadora presentes.
Felo Monzón (1910-1989) se acerca más a la gente que vive de la tierra, a las tomateras, con rostros nada amable y llenos de dureza, donde se enfrenta a la tangible realidad social del mundo campesino.
Finalmente, Santiago Santana (1909-1996) ofrece una visión muralista de los personajes, con anatomías rotundas, cuasi arquitectónicas, que llenan por completo cada ángulo con rostros, en su caso, de aspecto sosegado y ausente.
La muestra se completa con diseños de la portada de la carpeta, su interior con las notas biográficas, y bocetos, además de los recortes de prensa y anuncios de la época. El Taller, que desarrolló su actividad en la Casa de Colón hasta la década de 1990 y que hoy se encuentra en Tafira, fue un lugar de trabajo y encuentro para canarios y foráneos, como Rudolf Ackermann, Dimitri Papagueorgiu, Uwe Grumann, Alberto Manrique, César Mihalic, Jane Millares, Miró Mainou y Charina García, entre otros.
