El cardenal italiano y expresidente de la Conferencia Episcopal de su país Camillo Ruini declaraba ayer a un diario que "los casos de los divorciados que se han vuelto a casar no son casos personales sino que se trata de una condición que no permite una vía penitencial". Ruini es autor, junto a otros diez cardenales -entre ellos el español Antonio María Rouco Varela y el venezolano Jorge Urosa Savino-, de un libro publicado en estos días en el que muestran toda su contrariedad a cualquier tipo de cambio en el tema de los divorciados. Se espera que lleguen respuestas definitivas a estos temas, el papa Francisco siempre ha declarado que no quiere decidir solo y que pretende que las decisiones se tomen de manera "sinodal". Aunque el secretario general del Sínodo recordó que la última palabra la tiene siempre el pontífice.