En su última entrevista, Mankell lamentaba la relación "distante" con la muerte en la cultura occidental actual y la tendencia a situarla "fuera de la vida", mientras que en África se la considera aún "una parte evidente" de ella. "En Suecia la muerte es algo de otra parte, los hospitales o las funerarias. Las personas pueden vivir toda una vida sin ver a un muerto a no ser en la televisión. No sé si eso es bueno", decía. El escritor relató que la pesadilla de morir en unas arenas movedizas que tuvo de niño, regresó cuando le diagnosticaron cáncer, la enfermedad contra la que emprendió una lucha que ayer terminó con su muerte, y que dejó escrita en su última obra, su legado más personal. Este temor atávico da título a su libro, Arenas movedizas, publicado en España el pasado mes de septiembre por Tusquets, el último texto en el que el maestro de la novela negra, el creador de la saga policiaca del detective Kurt Wallander, tiraba del hilo de su recuerdos y memoria para hacer frente a esta enfermedad. En el libro intercala recuerdos con sus pensamientos sobre la muerte, el miedo, la esperanza, las creencias pero, sobre todo, sobre la vida.