Los padres de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad irreversible para la que la familia solicitó una muerte digna, señalaron tras fallecer ayer su hija, que "se ha ido en paz y con tranquilidad, sin sufrir", y que su recuerdo "vivirá para siempre" en sus corazones. Estela Ordóñez y Antonio Lago hicieron público a través de su abogado, Sergio Campos, un comunicado en el que aseguran que el desenlace de la niña comenzó el 9 de junio, cuando ingresó de urgencia en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago. Han agradecido el apoyo de quienes "en estos días tan difíciles" han estado a su lado, porque de lo contrario "este final hubiera sido, sin duda, aún más duro". Algunas comunidades, incluida Galicia, cuentan con su propia legislación para regular la muerte digna. Es el caso también de Canarias que desde marzo de este año cuenta con la Ley de Derechos y Garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida, que fija, entre otras cosas, que "toda persona tiene derecho a rechazar la intervención propuesta por los profesionales sanitarios, aunque ello pueda poner en peligro su vida".