Dice el dicho popular que "cuando el Teide tiene toca, recoge niña la ropa". Ayer volvió a verse al amanecer la toca sobre el pico del Teide. Detrás de este dicho hay una gran lógica, la que tiene que ver con estos sombreros de nubes en la montaña más alta de España. Y es que los fenómenos que los producen anuncian vientos y lluvias. Está previsto que llueva este fin de semana, aunque no con intensidad, por un frente asociado a la borrasca en que se ha convertido el huracán Joaquín en su errático camino por el océano Atlántico hacia la Península. En el argot técnico este fenómeno pertenece a la familia de las altocúmulos lenticulares. "Esta nube se forma precisamente por la presencia de humedad y viento en esos niveles y por eso puede ser un indicativo de que se acerca tiempo inestable", explica un meteorólogo. "Al otro lado de la montaña se forman turbulencias importantes que pueden ocasionar problemas para los aviones. Eso ocurre en zonas como los Alpes". El Teide, que acaparó protagonismo en las redes sociales, acabó con la gran nube anclada en la cumbre.