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Salud Jubilación de un pionero de la Rehabilitación en Canarias

"Siento un gran vacío, la sanidad pública ha sido mi vida"

Tras cuatro décadas de profesión, Arturo Gómez, médico especialista en rehabilitación se ve obligado a abandonar su consulta del Hospital Doctor Negrín al cumplir 70 años

Arturo Gómez confiesa que si no fuera médico, sería "un desgraciado profesionalmente" toda su vida. Tiene tan clara cuál es su pasión que seguiría trabajando en la sanidad pública a pesar de haber cumplido el pasado mes de junio 70 años. Una edad que le obliga a abandonar su puesto de jefe del servicio de Rehabilitación del Hospital Doctor Negrín y su plaza de profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

"Yo hubiera seguido en la sanidad pública, me encuentro como un turbo", dice con firmeza. Tan sólo unos días después de abandonar el hospital grancanario, el especialista reconoce que "siente un vacío muy grande porque la sanidad pública ha sido mi vida, he tenido la consulta privada como complemento, pero la sanidad pública y la enseñanza pública lo han sido todo para mí".

La semana pasada se despidió de su equipo del Negrín y de la sanidad pública canaria en la que ha trabajado cuatro décadas, un período durante el que ha conseguido relevantes logros. El más importante, sin duda, poner en marcha la especialidad de Rehabilitación en la comunidad canaria.

Durante estos 40 años de profesión en el Archipiélago, Gómez ha formado a unos 80 médicos, algunos de los cuales son ahora los responsables de los servicios de esta especialidad de los hospitales públicos grancanarios.

A partir de ahora este médico rehabilitador, natural de Tenerife, centrará sus esfuerzos en su consulta privada. "En la consulta privada seguiré hasta que el cuerpo aguante y las neuronas también", comenta con energía. Dos de sus tres hijos han seguido sus pasos, así que tiene la herencia médica asegurada.

Tras esas ganas de invertir todo su esfuerzo en su consulta de la calle Néstor de la Torre de la capital grancanaria, se vislumbra una cierta tristeza por abandonar los pasillos de un gran hospital como el Negrín. "Soy un gran defensor de la sanidad pública. Es más, me deprimí un poco hace unos años cuando parecía que se iba a privatizar", admite.

Para Gómez (6 de junio de 1945, Güímar, Tenerife) la sanidad pública y la sanidad privada deben ir de la mano y ser complementarias en cuestiones como cirugías menores o pruebas diagnósticas. "La sanidad pública debe estar indicada principalmente para la vida diaria de consultas. No podemos estar esperando por una resonancia un año y medio. Se deriva muy poco y los tiempos de espera por las pruebas complementarias provocan que los costes de cama se disparen", sentencia.

Pese a calificarse como un gran defensor de la sanidad pública, no tiene inconveniente en criticar algunos aspectos de su funcionamiento que, a su entender, son mejorables, ya sea la tardanza de las pruebas diagnósticas, como la saturación de los servicios de Urgencias de los principales hospitales públicos canarios.

Por eso califica como muy positivo el nombramiento de un médico con experiencia en Urgencias, como es Octavio Jiménez, al frente del Plan de Urgencias Sanitarias de Canarias, que, según la Consejería de Sanidad, estará listo para el próximo mes de junio.

"Urgencias se ha desfasado. Se ha llevado mal. No sé la causa, no le hecho la culpa a nadie, pero no se ha gestionado bien. Es un toque del consejero de Sanidad [Jesús Morera] y del director del SCS [Roberto Moreno] poner a una persona para elaborar un plan específico", opina.

Gómez también mira hacia dentro a la hora de analizar los fallos en el funcionamiento de la sanidad pública. No en vano, Rehabilitación es tradicionalmente una de las especialidades con mayor número de lista de espera en la sanidad canaria. "Rehabilitación tiene mucha lista de espera porque Rehabilitación se ha vuelto un cajón desastre", reconoce sin ambages.

"Los enfermos están pasando continuamente por multitud de consultas. No es de recibo que los traumatólogos, que ya bastante tienen con lo que tienen, estén recibiendo patologías no quirúrgicas que después deben de remitirlas a nosotros, lo que supone un paso más que retrasa todo aún más", explica.

Las lista de espera es amplia como también lo es la lista de pacientes que pasan anualmente por el Servicio de Rehabilitación del Hospital Doctor Negrín. Gómez toma como ejemplo la estadística del año 2013 que revela que por el servicio pasaron 32.000 enfermos, de los que 19.000 son nuevos, todo ello con una plantilla de 13 médicos y tres residentes. Sin embargo, el especialista puntualiza que son más los pacientes atendidos porque "hay muchas consultas de pasillo" que no se registran.

El elevado número de pacientes que pasan por este servicio se debe, entre otras cuestiones, a la ampliación de la especialidad con subdivisiones que en un principio no formaban parte de ella. Antes se trataba básicamente de rehabilitación traumatológica, a lo que actualmente hay que sumar otras cuestiones, como linfedema, vértigo, suelo pélvico, incontinencia urinaria, respiratorio, cardiológico... "Todo ello nos ha convertido en un equipo puntero en el país", afirma con orgullo.

Gómez estudió la carrera de Medicina en Cádiz (1963 - 1969) y posteriormente trabajó en Madrid, Sevilla y Toledo. En septiembre de 1975 regresó a la capital grancanaria donde formó parte de todos los hospitales públicos: Hospital Nuestra Señora del Pino, Hospital Insular, Hospital Materno - Infantil y, por último, Hospital Doctor Negrín, desde su creación en el año 2000.

Fue jefe de servicio de Rehabilitación de todos estos centros hospitalarios, aunque curiosamente su idea inicial era ser reumatólogo. Sin embargo, durante su estancia en Sevilla cambió su opinión al quedarse prendado de la Rehabilitación y Medicina Física: "Lo vi mucho más completo".

Décadas después de tomar aquella decisión, no se arrepiente en absoluto. "Amo profundamente esta especialidad. Yo la puse en marcha en Canarias. Cuando llegué en septiembre del 75 no había servicios de esta especialidad y empecé a trabajar con los médicos de entonces como Ricardo Sánchez Almeida", recuerda.

Desde entonces Gómez y sus sucesivos equipos han avanzado mucho en este campo. "Conseguimos que hubiera especialistas de Rehabilitación, que se reconociera la especialidad y que fuera competitiva. Ofrecemos a la sanidad alternativas válidas, criterios y buenos resultados", sentencia.

Entre estos logros, se encuentra la creación de la Unidad de Lesionados Medulares del Hospital Insular (que hasta entonces había que trasladar a Toledo), la creación de la Sociedad Canaria de Geriatría, de la Sociedad Canaria de Rehabilitación o de la Sociedad Canaria de Medicina del Deporte.

Curiosamente su pasión por la Medicina le vino a través de un odontólogo de su pueblo de Güímar. "Me trataba con aquellas máquinas con las que se sufría tanto y charlábamos un rato. Se me daba bien las matemáticas y la física, por lo que pensaba hacer una ingeniería, pero me picó el gusanillo. Si no hubiera estudiado Medicina, hubiera sido un desgraciado profesionalmente. Yo me encuentro muy a gusto, dedico todas las horas del mundo y no me canso", asegura.

Los logros de estas cuatro décadas de profesión en Canarias son numerosos, pero cuando a Gómez, conocido tanto dentro como fuera de la consulta, le preguntan con qué recuerdos se quedaría, no duda en situar en primer lugar a sus pacientes.

Después de tantos años le vienen cientos de recuerdos a la cabeza, como el de una paciente paralítica que se gana la vida cantando canciones mexicanas y otro que con parálisis cerebral es doctor en Empresariales. "Son personas a las que he visto crecer y que demuestran que con perseverancia se puede seguir adelante. Todas estas cosas te motiva a seguir", comenta.

También guarda un grato recuerdo de su nombramiento como Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria y de aquellas familias que generación en generación han confiado en su diagnóstico y tratamiento. Con su marcha a partir de ahora habrá un vacío, no sólo en su interior, sino en el Negrín y en la ULPGC.

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