Los cuerpos dóciles toma por título un capítulo del ensayo Los cuerpos dócilesVigilar y castigar
La propuesta se centra en escenas de cacerías, que en ocasiones parecen formar parte de rituales atávicos. Las seleccioné especialmente con el propósito de establecer un testimonio de cómo se crean unas relaciones sociales y culturales entre el sujeto y el motivo de su deseo, algo que ya trató Foucault. Los cuerpos dóciles está formada por obras que realicé en 2009, un años después de terminar en la facultad, por lo que hice una especie de trabajo de campo, con el resultado de que no lo la creé yo sola sino que surgió a partir de la documentación gráfica tanto de grabaciones de conversaciones, filmaciones de escenas de cacerías y fotografías, que me dieron los propios cazadores. Por lo tanto no presenta creaciones de la mirada del artista, sino que las recrea a partir de la mirada de los cazadores que me introdujeron en su mundo, por eso tiene mucho de su punto de vista.
Primero se exhibió en Tene-rife.
Sí, la creé en 2009 para una exposición que comisariaron Óscar Hernández y Beatriz Lecuona y se exhibió en el sótano del Círculo de Bellas Artes de Tenerife, que resultó ser un lugar idóneo porque ese espacio parecía el típico garaje en el que los cazadores guardan sus aperos y a la vez era un lugar muy claustrofóbico.
¿Por qué ha dado a varias fotografías en blanco y negro un color dorado?
Esas imágenes están tratadas con aceite, las realicé así porque de ese modo recuerdan el sol del sur de Gran Canaria. Soy del Sur y allí he vivido la mayor parte de mi vida, con lo cual quería recrear ese sol tan intenso que te obliga a cubrirte la cara con la mano.
¿Ha querido realizar una exaltación de la actividad cinegética?
No, sólo se trata de una reflexión sobre algo que me interesa, porque donde vivo no puedo olvidar u obviar el mundo de la caza, ya que escucho los disparos de las cacerías muy a menudo. En realidad este tema está presente en varios de mis trabajos, porque ese universo es mucho más profundo de lo que parece a simple vista y en cierto modo la cacería es una metáfora para hablar de muchas cosas que rodean ese mundo, que no son concretas sino muy difusas.
Pero como es tradición en la historia de la pintura sus cuadros no presentan una imagen negativa de la caza.
Porque no he querido criticarla ni defenderla, me he limitado a reflejarla. Es una práctica minoritaria que genera mucha polémica. Como en todo, hay dos posiciones enfrentadas, sus defensores se basan principalmente en el argumento de que es una actividad cinegética y sus detractores en que no es más que un hobby. He vivido esta polémica porque muchos familiares se dedican a la caza, así que en esta exposición estoy hablando de algo que vivo de cerca, por lo que en cierto modo es una reflexión de mi mundo personal.
En la exposición juega un papel fundamental una filmación que parece tener más de treinta años.
Es de principios de los ochenta, por eso la imagen no es de alta definición, recuerda al VHS y la grabación sonora contiene algunos ruidos de fondo. A pesar de ello el vídeo no se puede contemplar de pie porque invita a sentarse. Es un hecho primordial que haya recogido todo ese material visual de los cazadores y que a partir de él realizase una selección con el objetivo de simular una cacería, subrayando unos aspectos puntuales que ellos quieren resaltar de esa faena. Esta colaboración supone un acto de generosidad en todos los aspectos.
¿Qué objetivo tiene esta filmación?
Constituye un documental antropológico. Comienza con unos niños entrenando a un perro con un conejo y a continuación se salta a las escenas de un día de caza que tienen un cariz casi pictórico. Allí vemos diferentes estrategias que tratan de enseñar esta actividad que se suele aprender de padres a hijos, con lo que se resalta la figura paterna o patriarcal. Incluso al ser un material filmado a principios de los ochenta se aprecia lo mucho que ha cambiado el paisaje canario.
Para tratar un tema tan controvertido la exposición es muy ambigua.
Efectivamente, es así porque para mí el hecho de crear es un acto de generosidad, de compartir, así que siempre que hago un proyecto me interesa dejar la obra abierta al debate, con lo cual la exposición resulta un poco ambigua. Lo digo humildemente, solo soy una especie de intermediaria que pone su mirada sobre algo, eso me parece más enriquecedor, verlo desde lejos y así apreciar sus singularidades.
