Una investigación de la Universitat de Valencia (UV) ha demostrado que el dolor crónico inflamatorio puede promover el uso abusivo de fármacos, al encontrar en ellos un "efecto placer", y la recaída en el consumo de drogas en personas con un historial de adicción.

Las conclusiones de este trabajo, liderado por la profesora Lucía Hipólito se publican este mes en la revista Journal of Neuroscience, editada por la Society of Neuroscience de ámbito internacional, según fuente de la institución universitaria.

El estudio ha sido desarrollado durante la estancia de la investigadora en la Columbia University Medical Center de Nueva York -en el grupo dirigido por el doctor José A. Morón-, y también en los laboratorios de la Facultad de Farmacia de la UV.

Concluye que los cambios que produce el dolor en el cerebro hacen que los pacientes incrementen más las dosis de fármacos opiáceos o que recaigan en la adicción, pero "no para atenuar el dolor, sino para sentir el efecto de placer, es decir, aquello que altera el dolor", matiza Hipólito.