Casi un mes después de que se estrenara el otoño astronómico, el clima también ha cambiado de estación en Canarias, con una borrasca que alcanza las Islas para dejar hasta el próximo sábado lluvias intensas y sobre todo mucho viento. Esta situación ha provocado que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) declarase para este jueves el aviso amarillo por lluvias en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Para el viernes, estará todo el Archipiélago en aviso amarillo por viento y, en algunos casos, también por lluvias y oleaje, además de que en el norte de Tenerife y el centro de La Palma el aviso será naranja. El Gobierno de Canarias ha activado la alerta por vientos en Tenerife y La Palma, desde las 0.00 horas del viernes.

El jefe de Predicción de la Aemet en Canarias, Jesús Agüera, explicó que en este caso el fenómeno que más preocupa es el viento, "ya que podría alcanzar una velocidad de 70 kilómetros por hora e incluso de 80 en las zonas de medianías de las islas de más relieve". "Aún así, las lluvias serán intensas, especialmente en las zonas de montaña", puntualiza el responsable de la Agencia Estatal de Meteorología.

Agüera explicó que "se trata de la típica y habitual borrasca que se genera en el Atlántico Norte", e informó de que a diferencia de otros episodios similares, "la borrasca afectará en menor medida puesto que no llega a colocarse sobre las Islas y se irá rápidamente".

De hecho, auguró que a partir del próximo sábado solo se registren chubascos fuertes en zonas localizadas, "mientras que el viento permanecerá hasta el domingo, aunque con menor intensidad", puesto que la borrasca sigue su camino hacia la Península Ibérica.

Hace doce meses

Se da la circunstancia de que hace prácticamente un año de que una situación meteorológica similar anegase parte de Tenerife, especialmente su capital. El 19 de octubre de 2014 una borrasca de este tipo, de mayor intensidad y agravado con dos tormentas con aparato eléctrico sobre la capital, provocó una intensa lluvia en Santa Cruz de Tenerife durante la mañana que levantó los peores presagios.

Aunque las precipitaciones se repitieron en práctica totalidad de la Isla y se llegaron a recoger 140 litros por metro cuadrado, fue su capital la que sufrió las peores consecuencias y de hecho una mujer, de 56 años, perdió la vida en la Avenida Venezuela tras ser arrastrada por la corriente.