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Entrevista.

Russell Stannard: "A veces exageramos las posibilidades de aprendizaje que ofrece la tecnología"

"Un libro de texto y un ordenador responden a funciones distintas que se complementan a lo largo del tiempo", indica el experto en tecnología aplicada a la enseñanza de idiomas

El experto en tecnología aplicada a la enseñanza de idomas, Russell Stannard, ayer. JUAN CARLOS CASTRO

¿Qué papel juega hoy en día la tecnología en la enseñanza de lenguas extranjeras?

En los últimos cinco años muchas instituciones educativas han introducido el uso de la tecnología como herramienta eficaz en su plan de estudios. No todos los países tienen el mismo acceso a Internet, pero sí que se observa un mayor interés por parte del profesorado a nivel internacional de ampliar las posibilidades de aprendizaje de sus alumnos con material online. Se trata de ampliar los conocimientos de los estudiantes a través de actividades en la Red, que pueden realizar fuera de la clase.

¿Cree que los tradicionales libros de textos se han quedado obsoletos ante la era de la digitalización?

No, creo que cada elemento cumple una función distinta y, por tanto, deberán convivir en el tiempo sin que eso implique la desaparición del libro. A veces exageramos las posibilidades de aprendizaje que ofrece la tecnología. Solemos olvidarnos de las ventajas que posee un libro de papel para el alumno, en el que se pueden hacer anotaciones o subrayar palabras claves, e idealizamos de alguna manera Internet. Sin embargo, creo que ambas herramientas son complementarias y amplían de alguna forma el abanico de posibilidades para los alumnos; sin que una prevalezca sobre la otra.

En 2007 fundó una web para enseñar a profesores a través de vídeos mecanismos tecnológicos con los que enriquecer sus clases. ¿Cómo surgió la idea?

Soy colaborador habitual de varias revistas online sobre tecnología y educación. Durante años recibí muchos emails de profesores que me preguntaban sobre qué tipo de herramientas debían incorporar a sus clases y cómo utilizarlas. Así que un día me planteé crear una web para ayudar al resto de mis compañeros. En www.teachertrainingvideos.com los docentes pueden aprender a través de vídeos que duran apenas cinco minutos cómo crear un blog, una entrada de Wikipedia o un grupo de Facebook con el objetivo de dinamizar sus clases.

Su página recibe una media de 300.000 visitantes al año. ¿Cuál es el perfil de sus usuarios?

Se trata de profesores de entre 30 y 50 años con conocimientos escasos en tecnología y muchas ganas de aprender nuevos métodos didácticos. Casi siempre son profesionales con poco tiempo que quieren ampliar conocimientos pero no saben por dónde empezar. Normalmente las empresas tecnológicas recomiendan una infinidad de aplicaciones y espacios, pero yo prefiero centrarme solo en dos o tres herramientas y explicárselas de forma amena.

Al tratarse de una web gratuita no fue creada como negocio.

Exacto, se podría decir que lo que fue mi hobby durante muchos años se convirtió con el tiempo en una actividad profesional, pero que no me genera directamente ingresos. Lo que me ofrece es la posibilidad de promocionar mi trabajo y participar en conferencias alrededor del mundo, desde China hasta India pasando por Canarias y Austria.

Debe de ser difícil impartir conferencias sobre tecnología en países con restricciones en el acceso a Internet.

Sí, evidentemente, pero siempre hay fórmulas para combatir este tipo de desafíos. En China, por ejemplo, lo que hice fue adaptar mi trabajo a las herramientas tecnológicas que utiliza ese país. En India, por ejemplo, hay Internet pero no llega a toda la población por cuestiones económicas. Y en Afganistán, aunque resulte difícil de creer, los profesores utilizan de forma regular la tecnología en su trabajo. Por un email de una docente de este país, descubrí que la percepción que se tiene en Occidente de este tema es a veces errónea.

El aprendizaje de una lengua requiere del contacto físico entre personas para entablar conversación. ¿El uso de la tecnología no atenta contra este tipo de contextos sociales tan necesarios en la enseñanza?

No, porque precisamente esta metodología se plantea como una forma de enriquecer el aprendizaje en casa. Es decir, en el aula los alumnos interactúan unos con otros y se potencia el trabajo en equipo. Pero como un idioma requiere mucha práctica, no solo oral sino también escrita o audiovisual; los estudiantes pueden mandarme vídeos, cortes de voz, entregarme una redacción a través de una entrada en su blog o aprender las letras de las canciones a través de juegos interactivos. Incluso se pueden crear grupos de debate en redes sociales, controlados por supuesto por el profesor, para que cada alumno exponga su opinión sobre un tema. En definitiva, se trata de vincular los intereses de los alumnos a actividades pedagógicas que requieran una actitud proactiva. En la vida laboral las empresas necesitan empleados resolutivos y esta actitud se puede empezar a trabajar desde la clase con la tecnología como soporte.

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