Tenemos una visión muy remota del conflicto tibetano pero sin embargo en Earth Sutra afirman que luchar por la preservación de la cultura tibetana supone hacerlo por la de la humanidad, ¿a qué se refieren con esto?
José: La cultura tibetana es un ejemplo para toda la humanidad en lo que se refiere a respeto por la vida y cultivo de valores como la compasión, la tolerancia o la humildad. Este tipo de enfoque es necesario para encarar el periodo en que nos encontramos, en el cual disponemos de los medios para acabar con la mayor parte de los males que sufre la humanidad pero carecemos de la voluntad para hacerlo. Es cierto que el respeto por la vida y los valores mencionados anteriormente no son patrimonio exclusivo de la cultura tibetana, pero sí lo es la manera en que ésta los ha asumido de manera intrínseca a su desarrollo social y como parte vertebral de su modo de vida. La cultura occidental ha sacrificado mucho de esto por un mayor crecimiento económico y material y lamentablemente son muchos los que están sufriendo nuestros excesos en diversos ámbitos. Es por esto que proteger el Tíbet y su cultura es esencial para fomentar otro tipo de conciencia que permita salvar el planeta y compartirlo como especie sin explotarnos unos a otros.
¿Por qué el Tíbet es clave para la supervivencia del planeta?
Jordi: Es una de las grandes reservas espirituales del planeta, si desapareciera como tal, perecería con él una gran parte de una sabiduría y un conocimiento ancestral que se pierde en la memoria colectiva. Si no se aplican medidas inmediatas para salvaguardar la zona también puede tener consecuencias medioambientales: la extracción salvaje de recursos naturales, la extinción de especies protegidas y la importancia del agua en esa zona, donde nacen los ríos más importantes de Asia como el Brahmaputra, es vital para el futuro de millones de personas. Su forma de lucha pacífica también puede servir para reenfocar otros conflictos enquistados en el tiempo. Es por esto que el Tíbet es tan importante para el conjunto del planeta.
¿Cuántos años han dedicado a realizar 'Earth Sutra'?
José: Earth Sutra se inicia en el 2007, un año antes de que yo me incorporara al proyecto, y desde entonces hemos ido realizando el documental con mayor o menor dedicación dependiendo del momento. Dado el extenso periodo de tiempo que abarca esta producción y la escasez de medios que hemos dispuesto para hacerla, en algunos momentos nos hemos visto obligados a compaginarlo con otros trabajos para poder continuar. Así que aunque no hayan sido de manera continua podríamos decir que llevamos unos ocho años trabajando en este documental.
Para rodar este filme documental acerca de la vida de los tibetanos en el exilio han tenido que visitar enclaves de la India, Estados Unidos y Nepal. ¿Cómo es el exilio tibetano?
Jordi: Es una sociedad compleja, que desde los años sesenta viene desarrollándose fuera de su medio natural. Principalmente se encuentra en Dharamsala, una pequeña localidad india, donde el Dalai Lama se asentó junto a unos 150.000 tibetanos que huían de la invasión china. Hoy los tibetanos más jóvenes ya han nacido en India y en parte hay un sentimiento de estancamiento y frustración provocado por la nula negociación entre el Gobierno chino y el tibetano en el exilio. Por otro lado es un gran foco de organización política, de lucha no violenta y un espacio donde mantienen su tradición cultural y espiritual sin injerencias. En Occidente hay grandes comunidades tibetanas como las de EEUU y Suiza, que fue el primer país occidental que acogió a los refugiados tibetanos. Barcelona cuenta con una pequeña, pero activa, comunidad tibetana en torno a la Fundación Casa del Tíbet de Barcelona y a su director, el lama Thubten Wangchen.
¿Cuáles han sido las mayores dificultades a las que han tenido que enfrentarse?
José: Yo diría que la principal dificultad, como en gran parte de las producciones, ha sido la económica. En ningún momento hemos partido con un presupuesto, sino que más bien según conseguíamos algo de dinero nos planteábamos cómo emplearlo. Por otro lado nos gustaría resaltar que por parte de la comunidad tibetana, sus instituciones y su entorno, todo han sido facilidades y eso ha permitido que con pocos recursos pudiéramos hacer mucho más de lo que suponíamos en un principio.
¿Cómo consiguieron entrevistarse con tantos personajes activos de la cultura, la política y la religión del Tíbet?
Jordi: Con insistencia y constancia. También gracias a la Fundación Casa del Tíbet de Barcelona. Podría destacar las entrevistas en India y Barcelona al actual primer ministro del Tíbet, Dr. Lobsang Sangay, ex prisioneros con largas condenas, tibetólogos como el Dr. Robert Thurman (fundador de la Tibet House NY, el primer occidental ordenado monje y padre de la actriz Uma Thurman), el abogado José Elías Esteve, que presentó la demanda por genocidio contra China en la Audiencia Nacional de Madrid...
Usted fue fotógrafo personal del Dalai Lama en Barcelona. ¿Qué experiencia le queda de ese momento?
Jordi: En clave fotográfica puedo decir que quedan algunos instantes o emulsiones impresos en la memoria. El Dalai Lama es tal como lo vemos en la televisión, sencillo y espontáneo, al igual que su mensaje, que puede ser entendido tanto por no creyentes como por fieles de cualquier credo. A mi juicio sus enseñanzas pueden ser aplicadas tanto para el bienestar del propio ser humano como para la supervivencia del planeta; esto lo hace un personaje de una magnitud que supera lo estrictamente religioso para llegar a un mensaje más universal, alguien con quien sientes rápidamente una complicidad aunque venga de una tradición diferente a la tuya.
