Los aceleradores lineales de Gran Canaria y Tenerife funcionarán también los fines de semana para reducir la lista de espera de los tratamientos oncológicos. Esta es una de las principales líneas de trabajo del consejero de Sanidad, Jesús Morera, que hizo balance ayer de sus primeros 100 días al frente de la sanidad isleña en una entrevista en Radio Canarias.
Para ampliar el horario a sábados y domingos, la Consejería de Sanidad utilizará previsiblemente el incremento de los presupuestos de 2016 que Morera estima en unos 25 millones de euros más en el ámbito sanitario. Estos 25 millones de euros se destinarán, además de a los tratamientos contra el cáncer y a las pruebas diagnósticas, a terminar las obras de los hospitales públicos y a incrementar la partida de recetas farmacéuticas para evitar deudas con las boticas, principalmente.
El máximo responsable de la sanidad canaria hizo hincapié en que en la presente legislatura su prioridad es hacer frente a las listas de espera y a los tratamiento de pacientes con cáncer. En esta línea se comprometió a reponer el acelerador más antiguo del Hospital Doctor Negrín (centro a donde acuden los afectados de toda la provincia de Las Palmas) y dijo que la semana pasada se puso en funcionamiento el quinto equipo.
Asimismo, para hacer frente a las listas de espera está previsto que se intensifique la jornada de tarde en el Servicio Canario de Salud (SCS), a través de jornadas especiales con horas extras, contratando personal o deslizando los turnos. A ello se sumaría la apertura los fines de semana de los aceleradores lineales de los hospitales de Gran Canaria y de Tenerife y de las resonancias "para sacarles mayor rendimiento, no sólo por las tardes". Aunque "para eso hay que organizar bien este pequeño incremento" en los presupuestos de 25 millones de euros.
El consejero de Sanidad puso como ejemplo que, según el cálculo de los técnicos, tener en funcionamiento los sábados y domingos cuatro resonancias (dos Gran Canaria y dos en Tenerife) y tres aceleradores lineales en cada una de las dos islas tendría un coste anual de unos 1,3 millones de euros. Asimismo, según Morera, en las listas de espera quirúrgica (que en el último corte asciende a más de 35.000 pacientes) lo importante no es el volumen, sino el tiempo de espera. "Si somos capaces de resolverlo en tres meses, que es lo que pretendemos, no sería un problema. Me gustaría que a partir de ahora trabajáramos con los tiempos de demora", subrayó.
También se refirió durante la entrevista a la mala percepción de los canarios sobre la sanidad, que reflejan las diferentes encuestas. En su opinión, esta mala valoración se debe a que hay un problema de acceso al sistema, pero que, una vez dentro del sistema, la satisfacción sobre la asistencia es muy alta.
En cuanto a los planes que están pendientes de elaborar y de publicar, Morera reconoció que desde hace años la Consejería de Sanidad arrastra un problema de planificación. "Se ha ido parcheando y yendo día a día, por lo que no hay plan de salud, plan de urgencias, plan de recursos humanos, plan de paliativos... Es un problema serio porque otras comunidades tienen planificación de casi todo. Desde que se transfirieron las competencias sanitarias se ha planificado poco", manifestó.
El consejero de Sanidad explicó que ya se trabaja en todos estos temas, pero, ante las críticas de falta de ejecución desde su llegada al cargo, aclaró que se trata de "objetivos de legislatura", es decir, con un margen de cuatro años.
