Una tromba de agua que duró tres horas colapsó anoche las carreteras de la cara norte de Gran Canarias. Las fuertes precipitaciones, provocadas por el paso de una borrasca que en los próximos días podría dejar más tormentas locales, originaron el cierre de algunas de las principales vías de la Isla como la autovía GC-2, que quedó cortada a su paso por Costa Ayala, El Pagador y los túneles de la Cuesta de Silva por desprendimientos, y el túnel de Julio Luengo, que estuvo cerrado al tráfico durante una horas por inundaciones. Esto hizo que miles de conductores quedaran atrapados en las kilométricas retenciones. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado para hoy el aviso amarillo -riesgo- en el Norte por lluvias, mientras que el Gobierno de Canarias mantiene la alerta y el Cabildo informó a última hora de ayer de que uno de los carriles de la GC-2 continuará cerrado en la Cuesta de Silva, en sentido a la capital grancanaria.

Aunque las principales incidentes se produjeron a partir de la siete de la tarde, la inestabilidad comenzó a aparecer en la Isla poco después del mediodía. Lo hizo en el Sureste, donde se acumularon hasta 60 litros por metros cuadrados en el Aeropuerto de Gran Canaria en menos de tres horas, con especial incidencia a las dos de la tarde cuando la borrasca local descargó 40,6 litros. La intensidad de las precipitaciones obligó a la Aemet a decretar el aviso naranja -riesgo importante- y al Gobierno de Canarias a declarar sobre las cuatro de la tarde la alerta por fuertes lluvias.

La situación dejó barrancos con el agua corriendo como el de Ingenio, así como viviendas y carreteras de acceso a la autopista del Sur anegadas. En el aeródromo internacional la tromba de agua obligó a desviar un vuelo de Iberia a Tenerife y otros dos de Jet2.com a Fuerteventura por falta de visibilidad, aunque poco después del paso de la lluvia el tráfico aéreo volvió a recobrar la normalidad, según informó Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena).

El tiempo dio un descanso de cuatro horas hasta que sobre las siete de la tarde se volvió a generar otra fenómeno meteorológico idéntico sobre el litoral norte de la Isla. Desde Las Palmas de Gran Canaria hasta Gáldar, pasando por Arucas, Moya y Guía, la fuerte tromba de agua comenzó a dificultar la circulación de vehículos en carreteras y calles de los municipios norteños.

Las primeras incidencias se produjeron en cuatro puntos diferentes de la autovía del Norte. Casi al mismo tiempo, inundaciones, escorrentías y desprendimientos obligaron a cortar esta vía en el túnel de Julio Luengo, en el kilómetro cuatro, a la altura de Costa Ayala por una guagua atascada entre las piedras; en El Pagador, y en los pasos subterráneos de la Cuesta de Silva, en el municipio de Santa María de Guía, donde las rocas taponaron una de las salidas. Sobre las ocho de la tarde, cientos de vehículos se alinearon en sentido a la capital grancanaria en las kilométricas colas ocasionadas por el temporal de agua. Asimismo, las lluvias afectaron a la circulación de las carreteras de acceso a Moya y a la de Cenobio de Valerón. En el cauce del Bocabarranco (Gáldar), un vehículo quedó inmovilizado entre el agua y el barro que corría por el barranco.

En la capital grancanaria la situación era parecida. El Centro Comercial Las Arenas se veía obligado a desalojar a los clientes que en ese momento se encontraban en el interior del edificio debido a las inundaciones, que afectaron a los negocios y a los aparcamientos. En avenidas como Mesa y López, la intensidad del agua originó grandes bolsas de agua, que a su vez provocaron retenciones en parte de la ciudad baja. Además, decenas de alcantarillas se vieron desbordadas. En poco más de dos horas, las estaciones meteorológicas que la Aemet tiene situadas en la Plaza de La Feria y en San Cristóbal registraron 30 y 10 litros por metro cuadrado, respectivamente.

Y, mientras, en el resto de la Isla, tranquilidad absoluta. Los pluviómetros de la Aemet situados en Telde, San Bartolomé de Tirajana, La Aldea de San Nicolás y Maspalomas apenas acumularon unos litros de agua por las lluvias. En esas zonas se vivió un día más apacible, aunque con vistas a los próximos días no se descartan que se vuelvan a producir tormentas localmente fuertes en cualquier punto del Archipiélago.