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Entrevista

Lisandro Alonso: "Mis películas son preguntas que me hago y a las que volveré en un futuro"

"Me parece que no me importa tanto a dónde llega mi película, sino si se disfruta del viaje" descata el director de la película argentina 'Jauja'

El cineasta argentino Lisandro Alonso. LA PROVINCIA / DLP

¿Qué territorios explora Jauja

Jauja es una película difícil de explicar, pero yo me la planteo desde el germen de su nacimiento, que fue a partir de una amiga filipina que fue asesinada con su novio. Me pregunté entonces cómo habrá sido para el padre tener que ir desde Eslovenia a buscar su cuerpo y traerlo de vuelta al país. A partir de ahí, empecé a hacerme preguntas sobre cómo se puede sobrevivir a eso y qué es lo que nos hace seguir adelante en esa situación. Ese fue el motor de la película y, de la mano de Fabián Cases, como guionista, y Viggo Mortensen, trasladamos todo eso a Argentina y Dinamarca en tiempo presente. Entonces, pusimos a un danés militar en medio de un entorno desconocido y salvaje, que sale a la búsqueda de su hija cuando ésta desaparece enamorada de un soldado criollo. A partir de ahí, convergen un montón de cuestiones cinematográficas en la película, que transita desde un punto de partida más a tierra y termina en un plano más poético.

¿Cómo se transforma el personaje de Mortensen a través de los paisajes y reveses que se trenzan en ese recorrido incierto?

Aunque el viaje comienza en la búsqueda de su hija, lo que busca el protagonista es también entenderse y ordenarse a sí mismo. Él viene de un lugar donde todo es mucho más racionalizado, el viejo mundo, y aquí se encuentra con un lugar totalmente desconocido que está muy lejos del alcance de su raciocinio. En este contexto emprende la búsqueda de su hija pero, a la vez, es una búsqueda por entender cómo llegó a ese lugar y a sentir lo que siente en esa soledad infinita en medio de una tierra desconocida. Me parece que lo que busca es entender y razonar y, finalmente, no lo logra. La realidad lo lleva por delante y termina casi, literalmente, tragado por la tierra.

Jauja nace con aroma de Jaujawestern

Me parece que sí. Por lo menos, el punto de vista con el que me siento más cómodo como espectador es aquel en que no intento entender cada secuencia ni la lógica de la narrativa; sino uno que me lleva a lugares donde quizás mi sensibilidad se conecta de una manera inexplicable con las imágenes que me están mostrando. Diré que, resumen, a veces pienso que ni yo mismo trato de entender mi película y, por eso, aún me cuesta explicarla. Es como cuando uno ve un cuadro y no intenta razonar por qué el pintor lo hizo de manera abstracta o figurativa, o por qué eligió un determinado color. Con algunos cuadros uno conecta y con otros no conecta y sigue de paso hasta la próxima pintura, ¿no? Yo creo que pasa así con todo en la vida: vamos caminando por la calle y nos detenemos en una persona, un coche o una vidriera, pero no hay una explicación para cada cosa que llama tu atención. Yo prefiero abordar Jauja desde este lugar.

En la manera en que se (de)construye esta fábula, ¿busca retar al espectador y llevarlo, incluso, a lugares incómodos?

Me parece que no me importa tanto a dónde llega mi película, sino si se disfruta del viaje. En cada película que hago, me pongo siempre como el primer espectador y siento que todas plantean preguntas que me hago a mí mismo, o preguntas a las que sé que volveré en un futuro. Tengo 40 años, pero espero tener muchos más y, seguramente, las preguntas que se cruzan en Jauja me van a llegar, al igual que en otras películas he abordado el tema de la soledad, la falta de comunicación, la lejanía de aquellos a quienes quieres o el sentirse extraño en un mundo propio. Quizás mi cine son preguntas que me hago a mí mismo a través de las películas para encontrar una respuesta y no tener que volver a ellas en un futuro. Tal vez todo esto lleve a mis películas a lugares comprometidos pero, si no llevase hasta ahí mi deseo de responder, siento que estaría perdiendo la oportunidad que me brinda el cine para plantear cuestiones.

Por primera vez en su filmografía, cuenta con un rostro reconocido al frente de la historia. ¿Cómo valora el trabajo de Viggo Mortensen?

Sé que para ver mis películas hay que tener un poco de paciencia si uno viene acostumbrado a ver un cine más televisivo o comercial. En este caso, creo que precisamente de la mano de Viggo Mortensen, que tiene un gran carisma y es un actor muy conocido por otros trabajos que ha hecho, cualquier espectador está invitado a ver la película. Sin duda, Viggo la conduce sobre sus hombros muy bien, es una persona cinematográfica al 100% y el trabajo que hace en la película es increíble.

¿Se concedió mucho margen de improvisación en la ejecución del guión, coescrito junto con el poeta Fabián Cases?

En realidad, nunca le doy mucha importancia al guión escrito. Lo utilizo más bien como una guía de trabajo para no perdernos durante el rodaje. El guión era muy escueto, tenía apenas 20 páginas, ¡imagínate, si llega a tener un guión de 120 páginas, lo que hubiera sido la película! 20 páginas me es suficiente para poder abarcar, filmar e, incluso, improvisar. Pero el guión se filmó entero, con todas las 29 secuencias que tiene la película y sólo agregamos algunas otras que sí improvisamos como, casualmente, la primera secuencia de la película. Además, como en la película se habla mucho en danés, me resultaba realmente imposible seguirlo y entenderlo, así que los actores se ciñeron a lo que estaba en el texto y creo que Viggo fue muy acertado en hacerlo así también.

Tras la buena acogida de una cinta tan ambiciosa y compleja, ¿planea seguir experimentando en plano cinematográfico tan próximo a la metafísica?

Esa es una buena pregunta, porque no tengo respuesta. Nunca sé qué va a pasar con la próxima película. Me parece que esta película que, al haber probado con nuevas herramientas, con actores profesionales, diálogos en diferentes idiomas, diferentes tiempos y diferentes geografías, me da la posibilidad y el empujón para seguir en esa búsqueda. Probablemente lo haga y ojalá también pueda sorprenderme a mí mismo usando estas herramientas y otras que vengo usando desde hace más de 15 años. Podremos trabajar con un guión más poético o más rudimentario, no lo sé, pero eso es lo que me motoriza: no saber y tratar de sorprenderme. Así que, en breve o en unos años, ojalá pueda sorprender con una nueva película.

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