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Entrevista. Soprano

Estefanía Perdomo: "La música clásica en general vive un momento de crisis"

"Los Gavilanes' parece Verdi, ya que las voces tienen una dificultad técnica increíble en muchas partes", afirma la artista

La soprano Estefanía Perdomo, ayer, en el Cuyás. ANDRÉS CRUZ

¿Cómo definiría a Adriana?

Como un papel complicado, de mucha intensidad vocal y dramática. Es una madre y una mujer joven que siente celos de su hija. Es de mucha potencia. Todo un reto El amor de Adriana, que regresa después de quince años, se enamora de su hija porque le recuerda a ella. Ella lucha por su felicidad y la de la joven, que está enamorada a su vez de un chico de su edad. Son un montón de emociones intensas combinadas en un personaje. Todo acompañado de una intensidad vocal y dramática. Es una zarzuela muy popular, pero le vamos a dar una lectura distinta.

¿Y cuáles ha sido esos cambios más fundamentales?

El personaje de Juan, que es el indiano que regresa quince años después, en otras versiones aparece como el malo clásico que se encapricha de la chica y le da igual todo. En esta lectura le da un cariz más humano. Él no puede evitar sentir también nostalgia de su pasado, porque estar con una mujer más joven es también una manera de rejuvenecer. No es que sea un capricho, sino que se encuentra esta debilidad de recuperar el tiempo perdido. Se trata de humaniza a todos los personajes. Porque, como en la vida misma, no todas las cosas son blancas o negras.

Es su segundo trabajo con Amigos Canarios de la Zarzuela.

Hice el papel de Marta en la zarzuela La Montería el pasado mes de mayo también en el Cuyás en mi primera participación con ellos. Ha sido especial porque he visto que la confianza se ha renovado. Pero también hice en el teatro Cuyás un sainete de Tomás Bretón titulado Estudiantes y alguaciles. Es un género que me gustaba, pero no había tenido la oportunidad.

Usted llega a la zarzuela desde la ópera, cuando lo habitual es que suceda al revés.

Mucha gente cree que la zarzuela es más fácil que la ópera, pero nada más alejado de la realidad. La zarzuela es un género increíblemente complicado, sobre todo para los cantantes, que nos tenemos que enfrentar a los textos hablados. Hay personajes cómicos que muchas veces interpretan actores, y como la calidad vocal no es la de los profesionales, por eso, quizás, existe un poco la idea de que las voces son inferiores. Pero nada más alejado de la realidad. Los Gavilanes parece Verdi. Hay partes de una dificultad técnica increíble. Pero por el tema del idioma, como se conoce por el género chico la gente se cree que es de Segunda B. Hay zarzuelas que sí son más ligeras, pero no es para nada el caso de Los Gavilanes, que es la gran zarzuela y está más en consonancia con el género operístico europeo. Es una música de mucha dificultad.

Parece que la zarzuela tiene mejor imagen fuera de España.

Cierto. Yo me formé en Holanda e intentaba en todos mis recitales incluirlo. Me llegaron a pedir un programa completo de zarzuela porque les llama un montón la atención lo español. Lo que sucede en España es que también se ha hecho muy mala zarzuela. Y la música clásica en general está viviendo un momento de crisis en cuanto al envejecimiento del público. Y hay que librar una batalla para ganar nuevas ideas, que la gente vuelve al teatro. Y la zarzuela lo tiene fácil porque es tu idioma, por la parte hablada. Es muy completo.

Amigos Canarios de la Zarzuela asegura que si no consiguen más presupuesto no habrá continuidad de la Temporada

Exacto. Ellos están en una situación desesperada. Y es una verdadera pena porque han traído para la dirección escénica a Didier Otola, y es una persona joven, con ganas, renovador, con una energía buenísima. Me gustaría destacar la labor que está haciendo Amigos Canarios de la Zarzuela, con poco presupuesto, pero intentando renovarse. Y yo que he actuado en el Liceo, he hecho dos giras por Japón, he trabajado en muy alto nivel, yo veo que no tienen nada que envidiarle a ningún lugar. Es un trabajo exprés, con muy poco ensayo, con un equipo excelente y muy comprometido, echándole muchas horas por delante.

¿Qué le parece el trabajo del resto de los cantantes canarios?

Tienen un nivelón. Nora Carrasco es una soprano de apenas 29 años que acaba de finalizar sus estudios superiores en Madrid. Y es excepcional. Aquí siempre ha habido una gran calidad vocal, pero a no ser que tengas un carrerón fuera, nunca te van a dar un papel principal. Hay una cantera increíble de jóvenes cantantes que están ahí, formándose constantemente y que revierte en una calidad vocal muy elevada, pero que carece de oportunidades. Es otra cosa que está más reconocida fuera que aquí. La enfermedad de Canarias es pensar que lo de fuera es mejor.

¿Y el elenco de actores?

Es un honor tener la oportunidad de poder trabajar al lado de Blanca o Luifer. Son actores a los que llevo viendo toda la vida en los escenarios y ahora están en las tablas conmigo. O el caso de Nati Vera a la que recuerdo verla haciendo aquella Noche de Sabina.

¿Cómo ha sido la evolución de su voz en los últimos meses?

Llevo un tiempo cantando de soprano lírica, pero en los últimos meses estoy haciendo una evolución hacia colores más dramáticos y personajes de mayor madurez vocal. Voces más graves, colores algo más oscuros, y el personaje de Adriana es como una transición hacia esos roles en mi carrera.

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