La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sabroso afronta su hora de la verdad

'El tiempo de los monstruos', la obra póstuma del tándem formado por Félix Sabroso y Dunia Ayaso, se presentó el sábado en el Festival de Cine de Sevilla

El cartel del filme. LP / DLP

El Teatro Lope de Vega de Sevilla acogió el sábado pasado el estreno mundial de la primera película en solitario de Félix Sabroso, El tiempo de los monstruos. Ocurrió en el marco del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF), que se había inaugurado el viernes en una gala conducida con solvencia y desparpajo por el actor Carlos Areces. Lo más destacado de la ceremonia inaugural estuvo en el emotivo homenaje a Carlos Álvarez-Nóvoa, fallecido en esta ciudad en septiembre pasado, y en el anuncio de que, por decimoprimer año consecutivo, se otorgarán los Premio del Cine Europeo en la capital hispalense. Por otro lado, en el SEFF participa además el documental canario Dead Slow Ahead (Mauro Herce, 2015), producido por José Ángel Alayón, que ya ganara el Premio Especial del Jurado en la sección Cineastas del Presente del festival de Locarno, en agosto pasado, y el premio opera prima en el festival DocLisboa, hace una semana. En Sevilla, Dead Slow Ahead concursa en las secciones Las Nuevas Olas y Resistencias.

El tiempo de los monstruos es (también se puede decir) la última del tándem artístico formado por Félix Sabroso y Dunia Ayaso, que falleció en febrero de 2014. Protagonizada por Javier Cámara, Candela Peña, Pilar Castro, Carmen Machi, Secun de la Rosa, Jorge Monje, Julián López y Yael Barnatán, la película se rodó en una espectacular mansión de La Moraleja (Madrid) durante cuatro semanas en agosto de 2014, seis meses después del fallecimiento de Ayaso y con el recuerdo de Dunia latente. El guión lo terminó de escribir Sabroso antes del fallecimiento de su compañera, cuando esta se encontraba enferma. Su estado emocional le impidió redactarlo por sí mismo. "Fue en muy poco tiempo, apenas tres semanas" y por primera vez en su carrera dictando a un escribano. El texto contó con la aprobación de Ayaso. Iba a ser su séptimo largometraje juntos.

El director canario estaba nervioso el día antes del estreno, pero básicamente por la llegada de Madrid de una riada de amigos. La cena en el restaurante Perro viejo de la capital andaluza fue servida para más de sesenta personas. Entre muchos otros, Bibiana Fernández, David Delfín y Elena Benarroch. Los productores Nico Tapia y Ascen Marchena también estaban presentes. Igualmente, el canario Diego Betancor, que participa como productor de la película. El actor Antonio de la Torre, que ha trabajado con Sabroso y Ayaso en las películas Los años desnudos y La isla interior, se dejó ver en el pase de prensa, el sábado por la tarde, una horas antes del primer pase con público, en la sala 1 de los cines Nervión de la capital andaluza.

La película fue presentada en Sevilla en el marco de un evento especial denominado La Gala de los Monstruos. Presentado por Alex O'Dogherty, Félix Sabroso subió al escenario acompañado de los actores Javier Cámara, Candela Peña, Jorge Monje, Julián Pérez y Secun de la Rosa. A su lado estaba también la canaria Antonia San Juan, que tiene una breve intervención en el filme. Al día siguiente se sumaría al grupo Carmen Machi. En la presentación, el director canario no quiso adelantar nada al público: "Tengo un andamiaje de amigos espectacular y una suerte tremenda con los actores. Estoy muy emocionado y agradecido. Las películas deben ir sin libro de instrucciones. Esta responde a un estado de las cosas, que los que me conocen bien saben cuál es. Dunia está latente en esta cinta y, probablemente, su energía esté acompañándome aquí también". El Lope de Vega rompió en aplausos.

"Frágil y libre" fue el calificativo que dio José Luis Cienfuegos, director del festival, al filme de Sabroso. Añadió que contar con ella ha sido "un regalo" para el festival.

El tiempo de los monstruos es una película a la que Sabroso pide que el público se acerque sin prejuicios y sin sentirse frustrado si tras el visionado piensa que hay cosas que no ha comprendido. "De alguna manera es un homenaje a esas películas que veía de pequeño, con 12 o 13 años, que me fascinaban aunque no las comprendiera del todo. Pero que nadie se frustre. Ni siquiera todas las claves de una comedia ligera se entienden al primer visionado", declaró el director ayer en la rueda de prensa y acompañado de todos los actores del filme a excepción de Pilar Castro y Yael Barnatán. "Pretender entender El tiempo de los monstruos no es posible. Diría más, pretender entrar en todas las claves de un autor por el precio que se paga en una entrada tampoco lo es". Al segundo visionado, cuando conoces el juego, la película se disfruta más. "Seguiremos viéndola y seguiremos descubriendo cosas. Ha nacido una obra maestra", se atrevió a afirmar Secun de la Rosa.

Libre y frágil

En el guión de El tiempo de los monstruos no hay nada que se haya visto en el cine de las últimas décadas. Su libertad es una regresión a tiempos históricos donde el autor estaba más amparado en el cine que exhibían las salas comerciales. Probablemente, la película esté adelantada en el tiempo. Ya les ocurrió a Sabroso y Ayaso con la incomprendida El grito en el cielo (1998). Desde el inesperado exitazo de Perdona Bonita, pero Lucas me quería a mí (1997), cada irrupción en las pantallas de la pareja ha provocado desarreglos en crítica y público. Si con Descongélate demostraron que eran capaces de culminar una comedia desbocada siguiendo los cánones industriales, con Los años desnudos (2008) perdieron para siempre la inocencia. En La isla interior (2009) dieron a entender que el reverso de la luz siempre puede ser más oscuro.

Un director de cine que no estrena y reúne a su equipo para su último rodaje; un guionista que no escribe liado con una dibujante que no dibuja; una actriz que sobreactúa y un mecánico dental que, ya se verá, no trata pacientes. Directores y actores que no son más -ni menos- que personajes y enfermeros que son directores. La sombra de Dunia Ayaso es alargada, sobrevuela todo el metraje en una suerte de psicoanálisis concertado. No es exhibicionismo, Sabroso se hace transparente con su nueva película. "Distintos acontecimientos confluían para que me enfrentara a la hora de la verdad, a hacer esa obra que siempre había querido contar, tocar esos temas que siempre quise tratar". Javier Cámara declaró: "A mí me cuesta mucho desnudarme, no quiero, no me apetece, pero Félix sí lo hace, soy su amigo y me encanta acompañarlo en ese viaje".

El tiempo de los monstruos está soportada en un elenco de talento inapelable. "La casa es otro personaje más", advirtió Cámara. Actores y actrices presentes coincidieron en que, más que en otros rodajes, en este debían dejarse llevar por el director. "Félix Sabroso lo tenía todo clarísimo", expresaron de forma unánime. Víctor, Andrea, Clara, Raúl, Jorge? Los personajes descubren su condición durante el camino. En su perplejidad también comprenden que no son quien para cambiar su destino. "Lo importante es el final", se repiten unos a otros. Cuando el espectador descubre el juego, comprende la manera en que van caracterizados. Los actores se quitan las pelucas y la ropa a medida que avanza. El corazón de esta cebolla es una reflexión sobre el hecho mismo de la creación. Sabroso se disfraza de enfermero y se enfrenta, con Dunia Ayaso de la mano, cara a cara con el nudo gordiano de su existencia. ¿Para qué sirve, qué hacemos con lo que hemos creado?

"En el tiempo claroscuro entre que algo muere y algo nace surgen los monstruos", dice la cita de Gramsci que inspira la película. Ese tiempo tambaleante es, también, el de la creación cinematográfica hoy, en proceso de derrumbe tras la aparición del soporte digital. Sabroso conoce bien las crisis. Muy pocas veces ha tenido fácil rodar. Si el documental es, gracias a las facilidades que brinda la tecnología, el género que mejor ha sabido dar fe del cambio de paradigma en la creación cinematográfica, friccionando realidad y ficción hasta límites que no habían sido explorados en el siglo pasado, la ficción sigue hoy en estado de shock. "Todo es real" expone Antonia San Juan en el que es el único momento de respiro cómico del filme. El viejo paradigma "todo es mentira" sufre un embiste en "El tiempo de los monstruos". Desde su película que mezcla drama, comedia, thriller, metacine y terror, Sabroso replica: "Todo es verdad y ficción".

Compartir el artículo

stats