Uno de cada cinco españoles padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida, según estimaciones de la Asociación de Neurología Española. Muchas de estas personas sufrirán una crisis aguda y lo más probable es que sean ingresadas en una Unidad de Internamiento Breve (UIB), cuya finalidad es restaurar el daño psíquico en un período de entre 20 y 30 días.
Los pacientes con problemas de salud mental denuncian que durante la estancia en esta unidad no reciben un tratamiento adecuado, que son medicados en exceso y que, incluso, se llega a poner en riesgo su salud. Así lo advirtió ayer Francisco Javier Hernández, vicepresidente de la Asociación Canaria de Integración de Salud Mental Espiral, en las V Jornadas de Salud Mental Somos personas, no etiquetas. Tenemos vida, no historiales, celebradas en el Paraninfo de la Universidad grancanaria.
"Lo más peligroso son las contenciones. A los pacientes se les da mucha medicación, tanta medicación que es una contención farmacológica, y esta contención farmacológica puede durar un año. Así que vas a estar un año sin hacer absolutamente nada", alertó Hernández que añadió que, gracias a las jornadas organizadas por la asociación Espiral, "por primera vez el paciente tiene la palabra" sobre la Unidad de Internamiento Breve.
Desde la asociación de familiares y pacientes explican que normalmente la estancia en estas unidades hospitalarias suele ser por un período de entre 20 y 30 días. Sin embargo, hay pacientes que están entre tres y cuatro meses, e incluso un año.
"No deberían estar tanto tiempo en la UIB porque deberían ser derivados a una Unidad de Media Estancia, pero no hay camas y los mantienen en la UIB durante meses. Hemos encontrado personas que han estado un año bajo llave, porque la Unidad de Internamiento Breve es bajo llave, no se puede salir de allí", denunció Hernández que aclaró que en las unidades de media estancia no hay tantas quejas porque los pacientes pueden estar al aire libre, fumar y tener su propio pijama, entre otras cosas.
"Hay continencias a la fuerza, te amarran a la camilla, y en la camilla puedes estar inmóvil hasta cuatro días y con los pañales puestos, por lo que corren peligro de paro cardíaco y como consecuencia de los pañales pueden sufrir infecciones urinarias. Todo esto hay que evitarlo", subrayó.
Ante esta delicada situación, la asociación propone que el personal sanitario se involucre más, que haya más actividades lúdicas y de resolución de conflictos y que reciban más asesoramiento por parte de los psicólogos. "Queremos que la estancia en la unidad sea lo más favorable posible para que el paciente se restaure en poco tiempo", expuso Hernández que centró sus quejas en la UIB del Hospital Doctor Negrín.
Con este objetivo, los familiares y afectados por enfermedades de salud mental apuestan por modificar el protocolo de ámbito nacional, de manera que no sea tan invasivo y que siga los pasos de algunos países europeos en los que, por ejemplo, están prohibidos el amarre de estos pacientes.
En la UIB del Negrín, según datos de la asociación, hay actualmente 30 camas y se atienden anualmente a unas 500 perso- nas. Además, la organización recordó que todos los hospitales generales deben tener esta unidad, a donde acuden personas que sufren trastorno bipolar, esquizofrenia o intentan suicidarse, entre otros trastornos.
"También pueden sufrir delirios, pensar que todo el mundo está en contra suya o simplemente sufrir una angustia por si te quitan tu casa, por lo que tiene lugar una crisis aguda. Lo abarca todo, y puede ser crónico o pasajero en un momento determinado. Unas situaciones que se intensifican como consecuencia de la crisis económica", alertó el vicepresidente de la asociación.
