El doctor Manuel Ojeda Martín, jefe de la unidad de medicina paliativa del Hospital Doctor Hegrín, defendió ayer la "ortotanasia", es decir, "no matar al paciente pero dejarlo morir con dignidad". Ojeda Martín participó enA un acto organizado por Derecho a vivir Gran Canaria, en el Club LA PROVINCIA, en el que también intervinieron el ginecólogo Eduardo Luelmo, el periodista Bernardo Sagastume y Alejandro Santana y maría Domínguez, padres de Marieta una niña dd 5 años con sindrome de Edwars.

Manuel Ojeda, profesor y especialista en tratamientos paliativos, desgranó los principios éticos y la dignidad que mueven a los médicos entre los dos polos que determinan la vida: nacimiento y muerte. "Es obligación de todo médico no hacer daño y ser justo", apuntó Ojeda Martín. "El paciente es autónomo para decidir que hace con su vida".

Los profesionales de los cuidados paliativos se mueven entre la eutanasi, entendida como voluntaria, activa y directa del paciente; y la obstinación terapéutica, de aquellos médicos que utilizan procedimientos y métodfos sabiendo que no van a curar a sus pacientes. De ahí que Ojeda Martín abogue por la ortotanasia o adistanasia. "Nuestra manera de actuar debe ser siempre proporcionada", explicó. "No todo lo que se puede hacer se debe hacer. Y si no se puede curar al enfermo debemos ayudarle a morir con dignidad". "¿Porqué el médico tiene que aplicar la eutanasia?", se preguntó el responsable de paliativos del Negrín. "El Estado tiene que poner todos los medios para cuidar a los enfermos terminales y a sus familias".

El ginecólogo Eduardo Luelmo defendió que en el embarazo "hay vida antes de la fecundación, antes de que empiece a latir el corazón del bebe", ya que ha su juicio, "no hay inicio, es una transmisión de vida de la madre al hijo".