Los pacientes con diabetes que precisan tratamiento con insulina llevan meses denunciando la mala calidad de las nuevas agujas desechables dispensadas en los centros de salud canarios. Una situación que parecía haberse corregido al menos en Gran Canaria con la llegada de nuevo material a raíz de un reciente concurso público. Sin embargo, hasta la fecha este nuevo material tampoco ha tenido un buen recibimiento.

Las nuevas agujas se están repartiendo en los centros de salud grancanarios a medida que se va finalizando el stock de las anteriores, por lo que todavía no han llegado a toda Atención Primaria. Por el momento el recibimiento de las nuevas agujas ha sido negativo y ya se suceden nuevas quejas sobre la supuesta mala calidad del material que también causa molestias a los usuarios.

Las asociaciones están esperando a que se generalice el nuevo material para confirmar si efectivamente se repiten los problemas de las anteriores agujas, que producen, entre otras cuestiones, más dolor en la zona de inyección, causan hematomas, se doblan con facilidad, se parten dentro de la piel y pierden líquido, por lo que no se sabe con exactitud cuánta insulina se ha inyectado. Unas agujas que se siguen repartiendo en otras islas, como en Tenerife, a la espera de que se celebre un nuevo concurso público.

"Las agujas que se dispensan poseen sus certificaciones, pero no tienen la calidad necesaria. Actualmente los dos tipos de agujas que se reparten en los centros de salud de Canarias son muy similares", señala Julián González, presidente de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Canarias (Fadican), que lamenta que la Consejería de Sanidad por "ahorrar un poco de dinero nos esté dando agujas de mala calidad".

Por esto la Federación Fadican propone que antes de introducir nuevas agujas en el mercado, se consulte primero a los usuarios para que éstos comprueben su idoneidad.