Siete de cada diez canarios que padecen EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) no están diagnosticados. En total, en el Archipiélago se calcula que hay afectadas unas 48.000 personas, principalmente a causa del tabaco. Sin embargo, a pesar de ser una patología frecuente, es poco conocida entre la población.

Para concienciar a la ciudadanía sobre la gravedad de esta enfermedad el Colegio de Médicos realizará espirometrías gratuitas a lo largo del día de hoy (de 10.00 a 18.30 horas) en la plaza de Saulo Torón, en el paseo de Las Canteras. Un evento que coincide con la celebración del Día Mundial de la EPOC.

"Es una enfermedad silente que afecta a personas que no lo saben o que no lo quieren ver. Afortunadamente se puede detectar a través de una prueba sencilla, como es la espirometría, que consiste en coger y expulsar aire durante unos minutos en un pequeño aparato siguiendo unas indicaciones", señaló ayer Jorge López, neumólogo del Hospital Insular.

El especialista hizo hincapié en la importancia de que los fumadores se sometan a esta sencilla prueba de manera que accedan lo más pronto posible a un tratamiento que minimice los efectos negativos. López incidió en que a día de hoy la EPOC, que es normalmente una enfermedad progresiva, no tiene cura y el primer paso, tras el diagnóstico, debe ser dejar de fumar.

Esta patología obstruye irreversiblemente los bronquios y los pulmones. En su inmensa mayoría (un 99%) es debido al tabaco, sobre todo, en aquellas personas que fuman desde hace más de 15 años. La afectación del resto de los afectados (un 1%) se vincula al humo de biomasa procedente de la leña o el carbón, aunque estos casos son más comunes en otras regiones, como La India o Sudamérica.

La EPOC se va desarrollando poco a poco con el paso de los años, de ahí que normalmente la mayoría de los enfermos tenga más de 55 años y lleve más de 10 años fumando. Se estima que, en general, el 20 % de los fumadores padecerá EPOC a lo largo de su vida, una cifra que se duplica si no se deja el tabaco, especialmente, en personas asmáticas o que han tenido alguna enfermedad respiratoria previamente.

"Mientras antes se comience el tratamiento, mejor será la calidad de vida del paciente. Es recomendable que todos aquellos que lleven fumando más de 10 años se sometan a una espirometría que debería ser periódica si continúan fumando", añadió López.

Para el neumólogo Carlos Cabrera el nombre de la patología no facilita que sea conocida entre la sociedad, por ello algunos especialistas aconsejan cambiarlo por otros términos, como tabacosis o humosis. Además, el experto consideró necesario que los centros de salud realicen las espirometrías. "Algunos centros sí las realizan, pero no todos. Si no se hace, es por un problema de gestión", puntualizó.

Asimismo Cabrera subrayó que el 35 % del gasto de los servicios de Neumología se relaciona con la EPOC, en cuya factura el mayor costo es el hospitalario. Dependiendo de la gravedad del paciente su estancia en el hospital puede oscilar entre los 1.200 euros (leve) a los 3.200 (muy grave).

"Lo primero que hay que hacer cuando a uno le diagnostican EPOC es dejar de fumar. Tenemos muchos fármacos buenos y muy potentes para controlar la enfermedad que deben acompañarse de ejercicio físico", añadió Cabrera, que estuvo acompañado además por Marta León, secretaria general del Colegio de Médicos de Las Palmas.

Detectar en un primer momento la EPOC es complicado porque suele pasar como procesos catarrales anormalmente prolongados que vienen acompañados por tos y flemas, pero realmente son bronquitis crónicas debidas a la hipersecreción de moco. Otro de los síntomas de la enfermedad es la falta de aire que al principio no se valora como un problema y la solución que da el paciente es limitar el ejercicio físico.

Una vez que la enfermedad va progresando, la tos y las flemas aumentan intercalándose con infecciones respiratorias cada vez más graves. Esta falta de aire va empeorando con el tiempo y puede ser necesario oxígeno en el domicilio.

"Sin embargo, si se diagnostica en fases iniciales puede cambiar el curso de la enfermedad, recibiendo un tratamiento inhalador adecuado y abandonando el tabaco", concluyó López.