Los profesores de los centros públicos en España, que suponen aproximadamente el 70% del total de los docentes, son evaluados para acceder a la profesión, pero no lo son después de forma regular como ocurre en la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Es uno de los principales puntos destacados sobre España por este organismo de cooperación internacional en su informe Panorama de la Educación 2015 dado a conocer ayer. De los 34 países de la OCDE, sólo en España, Italia, Irlanda e Israel no se requiere una evaluación regular del funcionamiento de los profesores después de haber accedido a la profesión. Pero, en la mayoría de los países estudiados hay evaluaciones regulares del profesorado y los resultados sirven para tomar decisiones sobre su desarrollo profesional.

Un mal resultado en dicha evaluación periódica tiene consecuencias para los docentes, la más común es la necesidad de una evaluación posterior (en dieciséis países) y la formación obligatoria (en diez países). Incluso en once países la evaluación regular del profesorado afecta al salario del profesor.

Por otra parte, el estudio subraya que en España, en la primera etapa de la ESO, hay 25 alumnos frente a la media de 24 en los países de la OCDE, aunque el tiempo que dedican los profesores a mantener el orden es similar al del resto de países.

Además, la ratio de alumnos (15 años) por ordenador es más baja que en la media de la OCDE (2,2 frente a 4,7, respectivamente), y hay más directores de centros que afirman tener escasez de ordenadores.