Un silencio que sonó a grito, o un rotundo silencio "para unir las voces de todos contra cualquier tipo de agresión y acoso contra las mujeres", como lo definía ayer, durante el minuto que guardaron representantes y trabajadores del Cabildo de Gran Canaria, su presidente Antonio Morales desde la puerta principal de la Casa Palacio de Bravo Murillo.

Un Antonio Morales que sacaba pecho por la creación de un área específica, la de la consejería insular de Igualdad, que se ha constituido como una herramienta con la que trabajar por los derechos de la mujer, y cuyo observatorio, según explicó, "ha conectado con instituciones públicas y privadas para coordinar todas las iniciativas que acaben con la violencia machista".

Por ello declaraba que el silencio que guardaba la corporación insular era más que un gesto puramente simbólico, "porque no nos podemos quedar callados, y queremos hacer visible la postura de este Gobierno contra el asesinato de 48 mujeres en lo que va de año, dos de ellas, canarias", según puntualizaba Morales.

El acto, al que acudía, entre otros consejeros insulares, María Nebot como titular de la citada consejería de Igualdad, se completó con la izada de la bandera feminista, pero que sólo se le elevó a media asta para que, como ilustraba la propia Nebot, "el día de hoy no quede en el anecdotario sino que se transforme en una jornada de concienciación y solidaridad con las mujeres", recordando por último la existencia de la red de acogida que atiende al colectivo.