El monolito a Franco ya es historia. El obelisco ubicado en Las Raíces, en El Rosario, que conmemoraba la reunión que el dictador mantuvo el 17 de junio de 1936, víspera del día que se trasladó a Gran Canaria para ponerse al frente del levantamiento contra la Segunda República, fue derribado ayer por el Cabildo tinerfeño. La Corporación fue la encargada de tirar abajo este símbolo para cumplir así con la Ley de Memoria Histórica, el acuerdo aprobado por unanimidad en 2008 por el que los partidos políticos se comprometían a su eliminación y con la promesa que se le hizo a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife (Armht) con este mismo fin. Han tenido que pasar casi ocho años para, finalmente, dar este paso, pero el consejero insular de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, anunció ayer que la labor de la Institución no termina ahí, pues lo que toca ahora es ayudar a encontrar las fosas comunes que puedan estar en territorios de su competencia para exhumar a las víctimas del régimen. El presidente de la Institución insular aseguró que con la demolición no se ha hecho cin

En la isla tinerfeña hay 1.500 familias que aún hoy buscan los lugares donde fueron enterrados los parientes asesinados por el régimen y, según manifestó el responsable del área, hay indicios que llevan a pensar en ciertos parajes naturales. Para poder corroborarlo, el Cabildo y la asociación irán de la mano a través de la firma de convenios que permitan hacer un análisis "exhaustivo" de los territorios que dependen de la Corporación. Durante la rueda de prensa que dio ayer para informar sobre el derribo del monolito franquista, Valbuena detalló que, "sin poder concretar ubicaciones", se han hallado vestigios de que puede haber fosas comunes en alguno de esos sitios y, si se demuestra que existe "el menor indicio" de que hay una fosa común en ellos, la Institución las abrirá "para recuperar las víctimas para los familiares".

El consejero de Medio Ambiente afirmó que, desde la Corporación, se quería esperar a "poder tener demolido" el obelisco, que "para algunos es motivo de gloria", para comunicar esta medida, en la que el Cabildo comenzará a trabajar en los próximos meses porque hay que hacer "un verdadero trabajo de investigación que hasta el momento, según traslada la propia asociación, no es sencillo". Se trata, según subrayó, de un compromiso "serio" a través del que espera obtener resultados, "por lo menos para la tranquilidad de todos", puntualizó.

Laa Armht está haciendo una recopilación de datos "para ir a tiro hecho", porque el problema es que "hay indicios pero no certeza", y el responsable del área recordó que hay más de un millar de familias en la isla que no saben dónde fueron enterrados sus parientes.