El Papa Francisco pidió en Nairobi acabar con "la arrogancia de los hombres que hieren o degradan a las mujeres y ponen en peligro la vida de los inocentes aún no nacidos", al ensalzar el valor de la familia como base de la sociedad. Durante una misa oficiada en la Universidad de Nairobi, el Pontífice abogó por "defender la dignidad de cada hombre y mujer" y conminó a "recibir a los niños como una bendición para nuestro mundo".

Las palabras del Papa se produjeron un día después de que se celebrara el Día mundial contra la violencia de género y tienen especial relevancia en Kenia, un país en el que el 45% de las mujeres ha sufrido algún tipo de maltrato físico o sexual.