En Mauritania, el presidente del Gobierno puede decidir incluso la duración de un partido. Lo demostró el sábado Mohamed uld Abdel Aziz, que paró la final de la Supercopa entre el FC Tevragh Zeina y el ASC Ksar a falta de 30 minutos. Y es que la agenda del presidente manda. Se celebraban los 55 años de la independencia y el partido de fútbol era solo uno de los actos a los que debía asistir en Nuadibú. Así lo justificó el presidente de la Federación de Mauritania, Ahmed uld Yahya: "Nos concertamos con los presidentes y entrenadores de los dos clubes, que en el minuto 60 iban empatados a uno, y aceptaron parar y pasar a los penaltis". Uld Yahya quitó importancia: "No es un partido oficial desde el punto de vista jurídico".