Hay que demostrar amor a los colores, aunque no se gane siempre, como ayer en Gijón. El sentimiento amarillo nunca muere y permanece siempre en los momentos más emotivos. Aunque no lo parezca, la fotografía refleja la despedida de Cristóbal Déniz como párroco de Tamaraceite. Un grupo de feligreses se unió al cura en un ágape para agradecer los servicios prestados en la parroquia por el ahora director del Instituto Superior de Teología de Canarias (IStic) en su sede de Tafira. Cristóbal Déniz, lejos del clergyman o del alzacuellos, o de una camisa negra clerical, optó por un atuendo más deportivo, nunca mejor dicho, y se despidió de sus parroquianos con una camiseta amarilla de la UD Las Palmas. Qué mejor que el atuendo del 'pío, pío' para salir de un territorio parroquial y dejar paso al siguiente. En fin, ahora que empieza, tal día como hoy, el año de la Misericordia, que llegue a la sufrida afición amarilla que al igual que la plantilla, una gran parte también ha peregrinado a Teror. Y que otros domingos se celebren triunfos. Amén.