El director de cine barcelonés Jaime Camino, autor de como Dragón Rapide o Las largas vacaciones del 36, falleció el pasado sábado a los 79 años. Nacido en Barcelona en junio de 1936, Camino fue un referente en reflejar en el cine la memoria histórica al tratar la Guerra Civil y sus consecuencias. Murió años después de que le detectaran un cáncer de pulmón con metástasis cerebral.

Reconocido con el Gaudí de Honor 2009 a su trayectoria por la Academia del Cine Catalán, Jaime Camino empezó realizando cortometrajes, como Contrastes (1961) y Centauros (1962), hasta debutar con el largo Los felices 60 (1963), donde plasmó una crítica a la burguesía catalana al modo del neorrealismo italiano. En 1967 presentó Mañana será otro día, con guión de Camino y del historiador Román Gubern, colaborador habitual, en la que mostró su crítica hacia ciertos sectores intelectuales.

En España otra vez (1968) abordó la Guerra Civil española, tema que marcó su producción. El protagonista de la cinta era un ex combatiente de las Brigadas Internacionales. De 1969 es su producción Jurtzenka. Un invierno en Mallorca, sobre la vida del compositor Federico Chopin y la escritora francesa George Sand. En los años setenta dirigió Mi profesora particular (1973), con Analía Gadé, Joan Manuel Serrat y José Luis López Vázquez, aunque destacó por el filme Las largas vacaciones del 36 (1976), protagonizada por Paco Rabal, José Sacristán y Concha Velasco y de gran éxito comercial, premiada por la crítica del Festival de Berlín. Ya en los años ochenta dirigió Picasso por sí mismo (1983); El puerto de mi ciudad (1984) o El balcón abierto (1984), producida por TVE e inspirada en la figura y obra de Lorca. Un filme en que participó Antonio Flores. Otra de sus obras destacadas fue Dragón Rapide (1986), también para TVE, que narra las vísperas de la sublevación de 1936 y acaba con la llegada de Franco a Tetuán para ponerse al frente de la rebelión.

En los años noventa apareció El largo invierno (1992), la historia de una familia acomodada catalana que en enero de 1939 se encontraba dividida entre los dos bandos de la Guerra Civil, y uno de los proyectos más ambiciosos de su carrera, con un reparto de lujo: Vittorio Gassman, Adolfo Marsillach, José Luis López Vázquez, Rosa Novell, Herman Bonin, Jean Rochefort, Silvia Munt, Teresa Gimpera y la modelo Judith Mascó.

Alejado desde entonces del rodaje Camino se dedicó a escribir libros, tarea que emprendió en 1960 con su novela inédita La coraza, finalista del Premio Nadal, e Intimas conversaciones con la Pasionaria (1977). En 1996 publicó Moriré en Nueva York, a la que siguió El oficio de un director de cine (1997). Retomó la dirección en 2001, con el documental Los niños de Rusia, sobre el drama humano de los 3.000 niños españoles evacuados a ese país, que ganó el segundo premio de la sección Tiempo de Historia de la Seminci, compartido con Et cétera..., del ruso Andrei Ossipov).