Alrededor de 137.000 canarios se han vacunado para evitar contraer gripe este invierno, lo que supone cerca de un 12% más de las inmunizaciones registradas en la pasada campaña en esta fecha. Así lo indicó ayer el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Jesús Morera, quien acompañó al resto del Ejecutivo regional mientras también se vacunaron.

Se trató de un "acto ejemplarizante", según definió Morera, con el que espera "dar confianza y seguridad a la población" para que se sume a la campaña de inmunización contra el virus. El responsable de la Sanidad del Archipiélago reiteró la importancia de suministrar el fármaco especialmente entre lo que se considera "población de riesgo", es decir, mayores de 65 años, las personas con enfermedades crónicas, las mujeres embarazadas y los profesionales esenciales para la sociedad.

En ese sentido, fuentes de la Administración sanitaria explicaron que la cifra de 137.000 isleños inmunizados se refiere únicamente a la población que ha acudido a su centro de salud de referfencia para que se le suministre la vacuna. A ellos habría que unir las dosis que se han distribuido entre cuarteles, cuerpos de bomberos y grandes empresas de todo el Archipiélago y que así lo han solicitado a la Dirección General de Salud Pública, según puntualiza la Consejería canaria de Sanidad en un comunicado.

En cualquier caso, Jesús Morera insistió en que realizar un análisis positivo del desarrollo del campaña de prevención de la gripe de este invierno y remarcó el aumento de población vacunada, "lo que indica que Canarias va en camino de cumplir con el gasto de las 210.000 dosis adquiridas para este año".

Al respecto, fuentes de la Consejería de Sanidad añadieron que en el caso de que antes del próximo 31 de diciembre, fecha en que concluye la campaña, se agoten los fármacos comprados, se puede producir un pedido urgente para suministrarlo a las personas que así lo soliciten. La idea es alcanzar, al menos, el 75% de la población diana, refirió Morera tras la reunión del Consejo de Gobierno.

El objetivo de la campaña es evitar el contagio masivo de una enfermedad que en líneas generales no resulta grave para el paciente. Sin embargo, los efectos para la población sí que pueden serlo. Por un lado, se trata de un virus que puede acarrear complicaciones en pacientes crónicos o mayores, generalmente con patologías asociadas.

De hecho, según los datos de la red centinela, el pasado año se registraron un total de 53 ingresos en los hospitales del Servicio Canario de la Salud como casos graves de gripe. Las edades fueron desde 16 años hasta 91 años, con 5 casos de menos de 40 años, 33 casos (62%) de entre 40 y 64 años, y 15 casos de 65 años o más. Del total de los casos, 26 (49%) necesitaron ingreso en la Unidad de Vigilancia Intensiva. Además, cinco personas fallecieron y según la Consejería de Sanidad ninguna de ellas se había inmunizado contra la enfermedad.

El responsable de la Consejería de Sanidad admitió que su departamento confía en que el alto índice de vacunación ante la gripe ayude a evitar la saturación en los servicios de Urgencias hospitalarias. Precisamente, durante el invierno de años anteriores la incidencia de la gripe coincidió con cierto colapso en los centros hospitalarios: "Sabemos que muchas personas acuden a las Urgencias de los hospitales por gripe, especialmente si se trata de personas mayores con complicaciones", señaló Morera, quien dijo que "este año esperamos menos problemas en ese sentido".

En cualquier caso, insistió en que "los ciudadanos deben conocer en qué casos debe acudir al centro de salud y en cuales al servicio hospitalario" e insistió en que "no es culpa de las personas, sino que se trata de tener un poco de pedagogía con nuestra población".