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Custodiar y difundir lo intangible

La directora de la Fundación Hampaté Bâ, que aloja el legado de una de las personalidades más influyentes de África, protagonizó el Encuentro de Biblioteconomía en Casa África

La directora de la Fundación Amadou Hampaté Bä, Roukiatou Bâ, ayer en Casa África. JUAN CARLOS CASTRO

El escritor y etnólogo maliense Amadou Hampaté Bâ (1900- 1991) declaró que "en África, cuando muere un anciano, arde una biblioteca" y, en este manifiesto, cristalizó todo su pensamiento. Así lo expuso ayer su hija Roukiatou Bâ, directora de la Fundación que, bajo el nombre de su padre, inmortaliza el legado y la labor que inició quien fuera una de las personalidades más influyentes de África en el pasado siglo XX.

La intervención de Roukiatou Bâ ayer se articuló en el marco del séptimo Encuentro de Biblioteconomía y Documentación impulsado por Casa África, que en esta edición se dirigió a la conservación del patrimonio documental y a las múltiples posibilidades que brindan para su custodia las nuevas tecnologías, como el Big Data, Internet de las cosas o las bibliotecas 3.0. Así, bajo el título Cultura eterna: conservación e innovación, el encuentro se escindió en dos bloques temáticos, que comenzó con el panel Digitalización: preservación de la memoria común y culminó con Big Data y Bibliotecas 3.0: nuevas tecnologías, nuevos servicios, en los que participaron periodistas especializados, directores de bibliotecas y demás profesionales vinculados al sector.

La directora de la Fundación Amadou Hampâté Bâ protagonizó el primer bloque, que tituló poéticamente como "conservación del patrimonio intangible", en homenaje a la extraordinaria labor que ejerció su padre en la recuperación de las fuentes orales de la cultura africana. En un primer término, la ponente quiso apuntar que "no vengo aquí ni como especialista en biblioteconomía y documentación, ni como hija de Amadou". "Mi labor ahora debe trascender la relación padre - hija", aclaró. "Estoy aquí con ustedes hoy porque he decidido comprometerme en la lucha por conservar y transmitir un patrimonio de una importancia capital frente al auge actual de los extremismos, y porque encierra los valores de la paz y la sabiduría", expuso Roukiatou Bâ. Así, la directora se dispuso a presentar a Amadou, l' homme (Amadou, el hombre), para lo que se sirvió de imágenes y grabaciones de la voz de su padre, quien se autodefinía como "un alumno permanente" y "abierto a todo conocimiento, menos la intolerancia y el racismo".

"Amadou fue uno de los grandes testigos de la evolución de África y un investigador apasionado de su cultura", señala su hija. "Vivió tanto los períodos coloniales como de las independencias en África y pronto fue consciente de que el conocimiento se transmitía de generación en generación de manera oral, y que eso constituía un peligro", explica. "Por esta razón, en los años 70 se dedicó a investigar, recoger y clasificar por escrito los archivos acumulados durante toda su vida sobre las tradiciones orales del África occidental". Amadou también publicó numerosas obras en homenaje a estas tradiciones y ostentó diversos cargos de responsabilidad en la UNESCO, donde luchó siempre por la preservación de las culturas orales africanas.

"No permitiremos que su legado muera", afirma Roukiatou Bâ. Y así nació la Fundación Amadou Hampaté Bâ, creada en 2002 en Abidjan y consignada desde 2013 como de "utilidad pública". Este templo aloja una biblioteca especializada con más de 3.000 libros (en su mayoría, "libros raros") y una amplia sala de archivos. Esta última contiene registros audiovisuales, imágenes y y obras, pero su gran tesoro son los manuscritos, que engloban desde obras originales de Amadou hasta correspondencia con distintas personalidades alrededor del mundo. Su estado es todavía "de difícil conservación y enorme fragilidad" y, por eso, uno de los retos de la Fundación es la digilitazación.

Por su parte, Roukiatou define su labor como una "misión cultural", cuya vocación es transmitir el legado de su padre a través de visitas escolares, intercambios, manifestaciones artísticas, adaptaciones de obras de Hampaté Bâ y debates en torno a su papel esencial en la cultura africana. "El reto es poner todo esto a disposición del público", afirma. Para ello, planea la incorporación de las nuevas tecnologías al entorno de la biblioteca, la creación de una cátedra Amadou, de un club de amigos de Amadou en los centros educativos y de un periódico en línea que recoja visiones críticas de su obra, entre otros muchos proyectos.

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