Más de cien años ha permanecido la momia guanche mejor conservada que existe en el Museo de Antropología y de allí salió ayer para llegar a su nueva casa, el Museo Arqueológico Nacional (MAN), donde será la estrella del nuevo espacio dedicado a la prehistoria canaria. Con un poema guanche despidieron en el Museo Nacional de Antropología de Madrid a la momia del Barranco de Herques, hallada en 1776 en Tenerife, tras lo que se inició su traslado al Arqueológico con un estricto protocolo de seguridad para evitar su deterioro.

A su llegada al MAN, seis operarios de una empresa especializada en transporte de obras de arte, embutidos en monos de protección y mascarillas, realizaron el traspaso de la frágil momia de la caja en la que fue trasladada a una vitrina especialmente diseñada para mantener las condiciones de conservación idóneas.

Hace unos meses ya se hizo un simulacro del traslado y colocación de la momia, la conservadora jefe del Museo, Teresa Gómez Espinosa, relató que proceso fue muy complejo porque la momia es muy delicada. La vitrina que la albergará a partir de ahora ha sido especialmente diseñada para mantener las condiciones de conservación idóneas e incorpora complejos dispositivos para análisis y mediciones en su interior con el fin de evitar el riesgo de contaminación por compuestos orgánicos volátiles o por biodeterioro.

Los momentos en los que la han sacado de la vitrina y el de instalación en la nueva son los más críticos, según la conservadora jefe, que consideró un éxito la operación, en la que se ha seguido un preciso protocolo debido a la fragilidad de la momia, muy sensible a las alteraciones.

Un embalaje muy sofisticado, realizado con un molde específicamente para el traslado, protegió a la momia durante el proceso para evitar peligrosos cambios ambientales y de luz. "Es un ejemplar único", indicó el director del MAN, Andrés Carretero, que explicó que la operación llevada a cabo ayer es "como trasladar Las Meninas o El Gernica, no puede haber un solo fallo porque puede suponer un daño irreparable para la pieza".

Carretero está convencido de que la momia será un atractivo para todo el público y especialmente para los niños pero destacó el interés del museo en completar así la muestra del desarrollo cultural de la actual España ya que Canarias era la única Comunidad Autónoma que no estaba representada.

Ruth Maicas, del departamento de Prehistoria del MAN, indicó que es muy difícil conocer la fecha de la que data la momia y consideró que queda mucho por investigar en la antropología e historia canaria.

Esta momia, de un hombre adulto y que tras su hallazgo fue enviada al rey Carlos III para el Real Gabinete de Historia Natural por su inusula estado de conservación, es testimonio de uno de los rasgos más llamativos de la cultura prehispánica en las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, que momificaban a miembros destacados de la sociedad y los enterraban en tumbas colectivas en cuevas de difícil acceso, recordó.

El cuerpo se cubría con pieles de cabra u oveja, y en Gran Canaria se empleaban también tejidos de junco de palma. El sistema de momificación en las Islas era diferente y deja visibles más restos del fallecido. El nuevo espacio dedicado a la arqueología canaria se completa con piezas cerámicas, textiles, ídolos, lascas y otros materiales, además de gráficas, mapas y un audiovisual, que acercan al visitante a la sociedad prehispánica insular.

El Cabildo de Tenerife ha manifestado su intención de recuperar la momia, al considerar que el Museo de la Naturaleza y el Hombre es un referente y cumple con las condiciones para su conservación.