La embajadora del Grupo Anfi, Daida Ruano, junto Alberto Contador, Peter Sagan e Ivan Basso, integrantes del Tinkoff Team, realizaron ayer una visita sorpresa a los niños que padecen cáncer del Hospital Materno Infantil en Las Palmas de Gran Canaria. En un encuentro de más de una hora, estos campeones en solidaridad rompieron la rutina de los 'peques' del Materno Infantil a los que lograron arrancarles más de una sonrisa.

Un gesto, incluido en el programa 'Anfi Cares' al que se unieron varios miembros de la asociación Pequeño Valiente (organización sin ánimo de lucro formada con padres con hijos con cáncer). Los integrantes de esta improvisada visita firmaron autógrafos e hicieron entrega de regalos a los niños, que no pararon de fotografiarse junto a la campeona del mundo de windsurf (Ruano), de ciclismo en ruta (Sagan) y del Giro (Contador). "Hay que darles todo nuestro apoyo a unos valientes para que logren ganar la carrera más importante de sus vidas", reconocieron los integrantes de esta visita, que generó un auténtico pequeño revuelo en la tercera planta del Materno Infantil.

Anfi, incluso, contó con la participación de su mascota Benito, que hizo las delicias de los niños en una improvisada fiesta en un adelanto de la Navidad. "Este tipo de sorpresas son la mejor medicina para combatir los duros efectos de los tratamientos de quimioterapia", destaca la secretaria de Pequeño Valiente, Reyes López.

Ya este año el Grupo Anfi logró recaudar 15.900 euros en un torneo de golf solidario a favor de la asociación Pequeño Valiente en el campo de Anfi Tauro, dentro del programa 'Anfi Cares'. "Todos las acciones son pocas para recaudar fondos y ayudar a las familias de los niños que padecen una enfermedad a la que se puede vencer y a los que apoyamos al máximo", reconoce Daida Ruano.

Por su parte, los padres de los niños elogiaron el gesto solidario.

"Es fantástico que con las agendas de estos campeones se hayan tomado el tiempo para venir y visitar a nuestros pacientes. Algo que sirve para darles un gran impulso". Los pacientes en la sala de oncología se someten a tratamientos rigurosos y unos visitantes como éstos ayudan y mucho, sostienen desde el Materno Infantil. "Nos han traído ilusión y cariño y eso sí que es el mejor antídoto contra cualquier enfermedad", destacan los padres de los niños.