Más de la mitad de las personas atendidas por Cáritas Diocesana en la provincia de Las Palmas durante los seis primeros meses del año tienen hijos a su cargo (51%). Las parejas con hijos representan el 27% mientras que las familias monoparentales ascienden a un 24%. "Son distintos tipos de familias, pero con hijos a su cargo. Con lo cual la exclusión social está afectando a la infancia en unos porcentajes muy amplios", tal como señaló ayer el director de Cáritas en Canarias, Gonzalo Marrero.
El desempleo es también una de las características de la exclusión social. No en vano, el 81% de las personas atendidas por Cáritas no tienen trabajo y cerca de un 5% cuenta con un empleo precario, es decir, un empleo no regulado o que proporciona unos ingresos insuficientes. En este sentido, Marrero recordó que actualmente, según los últimos datos oficiales aportados por la administración, en Canarias hay 317.200 personas desempleadas, de las que un 27% está en riesgo de exclusión y pobreza.
Asimismo, Marrero explicó que el 58% de las personas atendidas tiene que emplear parte de sus ingresos en el pago de la vivienda y, en la mayoría de las ocasiones, este gasto se encuentra por encima de su nivel de ingresos.
"Nosotros tenemos un problema añadido que es que prácticamente la mitad de las personas que atendemos no tienen ninguna prestación, por tanto son familias en riesgo fuerte de exclusión social", añadió.
El director de Cáritas Diocesana subrayó además que el último informe de Cáritas Española incide en que el problema de la pobreza en España en la próxima década será la vivienda. En este sentido, Marrero dejó claro que "con organismos como Cáritas, Cruz Roja y Banco de Alimentos la atención a la población en cuanto a alimentos está garantizada, pero el de la vivienda está empezando a ser un problema cada vez más fuerte", expuso.
