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Exposición 'Hace más de 40 años'

La primera visita real a Etiopía

Casa África expone una muestra en torno al primer viaje oficial de don Juan Carlos y doña Sofía al continente africano en 1972

El cuatro de mayo de 1972, las calles abrillantadas de Addis Abeba se abrían paso entre banderines y vítores hasta el Palacio Imperial para dar la bienvenida a los Príncipes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, en su primer viaje oficial a África. El Emperador Haile Selassie I, quien se había desplazado a España el año anterior, no recibía entonces a un jefe de Estado -aún faltarían tres años para la proclamación de Don Juan Carlos- pero sí al representante de una monarquía histórica en un país que, como Etiopía, había sido Imperio.

Las instantáneas, portadas y recortes de prensa que ilustran aquel viaje histórico, que estrecharía lazos entre ambos países, se exhiben hasta el próximo 22 de febrero en Casa África, en una muestra fotográfica titulada Hace más de 40 años. El viaje de los Príncipes a Etiopía. El equipo de la Embajada de España en Etiopía es el promotor de esta iniciativa, para la que acometió una exhaustiva labor arqueológica en los diversos archivos fotográficos de medios como Abc, las agencias Efe y Europa Press e, incluso, el Archivo Nacional de Etiopía, así como en los archivos de los ministerio de Asuntos Exteriores y Defensa -incluyendo el No-Do- y diarios de la época como Abc, Ethiopian Herald y LA PROVINCIA / DLP.

La inauguración de la exposición ayer en Casa África contó con la presencia del ex embajador de España en Etiopía, Miguel Fernández-Palacios Martínez; el Director General de Casa África, Luis Padrón; y el periodista Ángel Tristán Pimienta, pues este último fue testigo privilegiado de la sonada visita del Emperador Haile Selassie I a Las Palmas de Gran Canaria, apenas un año antes, en 1971. En su intervención, Miguel Fernández-Palacios, señaló que "los países pueden conocerse muchas veces a través de las visitas de sus líderes".

Bajo las letras rotuladas de Long live the friendship of Spain and Ethiopia en pleno centro de Addis Abeba, Don Juan Carlos y Doña Sofía desembarcaron en suelo etíope para desplegar "un mensaje de amistad y buena voluntad del Gobierno español". Aquel viaje se prolongó durante ocho días y coincidió con la celebración del 31º aniversario de la liberación de Etiopía de las tropas de Mussolini, de modo que la agenda Real conjugó actos oficiales y ceremonias con días de asueto. Entre himnos, flores y formalidades de bienvenida, los Príncipes fueron obsequiados a su llegada con un ejemplar de guepardo cheetah, que en España haría las delicias de las infantas Elena y Cristina tras superar algunas complicaciones para su transporte en el Iberia de vuelta, según revela el amplio catálogo de la exposición.

Durante su estancia, y después de una suntuosa cena en el Comedor de Gala del Palacio Imperial como recibimiento, los Príncipes visitaron los lugares más simbólicos en tierras abisinias, como la Catedral de la Trinidad, la sede de la UNECA o África Hall, la Universidad Haile Selassie I o la Escuela de Artesanía Emperatriz Menen. En su discurso en la cena de gala que brindó el Emperador a los Príncipes, don Juan Carlos pronunció: "La historia antigua habría sido otra si el Imperio etíope no hubiese existido. [...] Por todo ello, apoyamos al máximo sus esfuerzos y somos plenamente conscientes de su importancia a escala mundial".

Asimismo, Hernández-Palacios también quiso destacar en la presentación de la muestra en Casa África los distintos viajes del Emperador Haile Selassie I a España. "Ha empezado a recuperarse poco a poco su figura porque nos hemos dado cuenta de que, en alguna medida, el Emperador vino a poner a Etiopía en el mundo", señala.

Así, Haile Selassie realizó un primer viaje a Madrid en 1963, procedente de Washington, con motivo de los funerales de Estado por el presidente Kennedy. Años después, recaló varias veces en Baleares en 1967 seducido por los encantos de Mallorca, donde el Emperador afirmaba sentirse "como en mi propia casa". Y el 20 de octubre de 1970, el Emperador pernoctó una noche en Las Palmas de Gran Canaria. Su visita fue una escala en su viaje a Nueva York para intervenir en la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la que fue testigo el periodista Ángel Tristán Pimienta, quien entonces contaba sólo 21 años. "Recuerdo que en el aeropuerto de Gando le esperaban muchas autoridades y una comitiva de 12 coches negros que le escoltaron hacia la capital grancanaria", relata Tristán Pimienta.

"La comitiva imperial, acompañada por autoridades como Jesús Pérez Alonso, entonces alcalde capitalino, y Juan Carlos Pulido Castro, presidente del Cabildo de Gran Canaria, recorrió el Puerto de La Luz y la Avenida de Las Canteras hasta lo alto de la Cornisa de la ciudad". "Una anécdota muy curiosa es que el Emperador estaba empeñado en que ya había estado antes en la playa de Las Canteras, pero era imposible, ¡todos lo sabíamos! Imagino que, al fin y al cabo, todas las playas urbanas se parecen mucho". Esa misma noche se organizó una cena en el bodegón del Pueblo Canario. "El Emperador era abstemio, así que pidió un refresco de naranja y se le dio, claro, un Nik de naranja", remata el periodista.

Con todo, han transcurrido casi 43 años para que otro miembro de la Casa Real española regresara a Etiopía, pero se hizo realidad el pasado 30 de enero de 2015 con la visita del Rey Felipe VI. "De alguna manera, se cierra el círculo", concluye Fernández-Palacios.

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