Las cicatrices duelen y lo hacen de muchas maneras. En el caso de Raúl López, un escolar tímido con las secuelas de una hidrocefalia marcadas sobre el cuero cabelludo, la punzada aparece con las miradas, las preguntas y, especialmente, cuando le sobreviene alguna burla de un compañero. A Benjamín le duele cuando su hijo le pide faltar al colegio, dejar el equipo de fútbol y, sobretodo, cuando la solución es un lujo imposible para su bolsillo.

Un día, hace unos meses, Raúl llegó llorando a su casa. Unos niños se habían burlado de él. Benjamín trató de animarle una vez más: "Hay que ser fuerte y tirar para adelante". Pero no obtuvo resultado. "Me partía el alma", recuerda ahora. Pero quizás por casualidad o por esa realidad incierta que se oculta tras el azar, el CD que sonaba en la cabina del camión que conduce para ganar su sustento comenzó a trabarse. El conductor se hartó del ruido y en el momento en que puso la radio apareció la voz del doctor Néstor Santana, de la clínica capilar CapMédica, en un programa de radio. Hablaba de una campaña solidaria pionera en España. Benjamín tomó nota de los requisitos, realizó cuatro fotos y rellenó el formulario de la página web. El 10 de septiembre le llamaron para valorar su caso. Tenía muchas posibilidades para ser seleccionado pero no quería hacerse ilusiones. Pero el viernes pasado, el Día de Navidad, recibió el mayor de los regalos. "Vinieron los Tres Reyes Magos, Papá Noel y el Gordo de la Lotería... todos juntos", relata eufórico. En su móvil guarda un mensaje de Wassap con emoticonos sonrientes y una palabra repetida: "¡¡Toma, toma, toma!!"

El doctor Néstor Santana es el cirujano capilar de la Clínica Avanzada del Pelo, CapMédica y el 30 de enero será el responsable de realizar una intervención de unas seis horas de duración que cubrirá de cabello las cicatrices del cuero cabelludo de Raúl. Esta intervención forma parte de una campaña solidaria, sin precedentes en España, que ofrece a pacientes con cicatrices provocadas por accidentes u operaciones quirúrgicas la posibilidad de someterse a un trasplante de pelo sin coste alguno. Las solicitudes han sido numerosas desde que se lanzara la campaña hace seis meses. En el proceso de selección, el equipo médico ha valorado no solo el tamaño o la localización de las cicatrices sino el estrés y efecto que éstas generan en su vida diaria y sus relaciones. "Por eso elegimos a Raúl", explicó el doctor.

Su padre recuerda un parto normal. Las preocupaciones llegaron después, cuando los médicos detectaron una hidrocefalia. El cráneo del pequeño Raúl estaba pegado en dos partes. Esto produjo un aumento de la presión del líquido que rodea el cerebro con el consiguiente riesgo para el tejido cerebral. A los seis meses tuvo que ser operado de urgencia en el momento en que detectaron que el hueso había obstruido una vena. Fue intervenido y quedaron las marcas.

Ahora, el regalo de Raúl y Benjamín López está valorado en 9.000 euros y se realizará mediante una técnica de tratamiento conocida como FUE y cuyas siglas en inglés equivalen a Follicular unit transplantation. Primero se prepara la zona y después se selecciona el cabello de la nuca del muchacho. Al operar sobre una cicatriz en la que apenas hay densidad entre la piel y el hueso, hay que trabajar como lo haría un artesano; uno a uno, pelo a pelo y con un bisturí circular de un milímetro de grosor. El material piloso se planta como el tallo de una planta para que crezca fuerte y consistente. El equipo de dermatólogos de esta clínica asegura que las microcicatrices resultantes son indetectables a la semana.

Desde el centro han anunciado una nueva convocatoria para el mes de junio con la intención de realizar dos intervenciones cada año. Mientras, Raúl sonríe. Le gusta el Barça; Messi, Neymar y Luis Suárez. Pero él es defensa, "con calidad", aclara. Su equipo le espera.